SOCIEDAD › EN SU VISITA, LA ROBARON Y VENDIERON LAS FOTOS
Lady Max se quedó sin cámara
La princesa está triste: Máxima de Holanda, la plebeya argentina que se casó con el heredero al trono holandés, fue víctima del robo de su cámara digital durante una reciente visita al país y sus fotografías vendidas y publicadas en revistas locales. La embajada holandesa en Argentina afirmó que denunciará a los medios que difundieron las imágenes.
“Sí, es cierto, la cámara de la princesa fue robada y las fotos compradas y publicadas. Hubo un negocio hecho con cosas robadas, eso es ilegal”, aseguró el vocero de la Embajada de los Países Bajos en Buenos Aires, Floris Van Hovell. La delegación diplomática iniciará actuaciones judiciales en Buenos Aires por la publicación y en Amsterdam porque se intentó vender las fotos a los medios. “Fueron ofrecidas a medios holandeses, pero cuando se dieron cuenta de que era una maniobra ilegal decidieron no publicarlas”, explicó el vocero de la embajada.
En una de las fotos, la princesa aparece bailando en la fiesta de casamiento de su amiga Samantha Deane; en otra está con su beba a bordo de un avión; otra retrata al príncipe mirando a su hija y hay varias imágenes de la pareja real haciendo muecas para la niña. Versiones extraoficiales aseguraron que Máxima fue alertada por amigos y familiares de que en Argentina habían sido publicadas las imágenes y luego exhibidas en canales de televisión. También señalaron que Máxima estaba muy molesta.
En el comunicado, la embajada asegura que “las imágenes obtenidas ilícitamente aún estarían ofreciéndose a la venta. La cámara contiene gran cantidad de imágenes pertenecientes al ámbito privado de la princesa y el príncipe de Orange, la familia real y de otras personas”.
Con dudosa efectividad, el gobierno holandés prohibió la tenencia, compra, publicación y/o difusión de las imágenes. “Tales actos son ilegales y configuran delito de violación grave de la intimidad y derechos de las personas que aparecen en las mismas”, señaló el comunicado oficial.
Lo que aún no fue explicado es cuándo ni cómo le robaron la cámara a la pareja real. Aunque sí fue confirmado que, durante la estadía en Argentina, sólo se movieron en lugares exclusivos de la clase alta criolla y siempre estuvieron custodiados por efectivos europeos. Van Hovell destacó que las actuaciones legales incluirán la denuncia del robo, que no fue hecha oportunamente, así como demandas contra las revistas de chimentos que las publicaron. “Ya iniciamos los trámites”, señaló el vocero.
Máxima junto a su esposo, el príncipe heredero Guillermo Alejandro, y su pequeña hija, Catarina Amalia, llegaron el 5 de mayo a Argentina para participar de la boda de unos amigos íntimos de la pareja y pasar unos días de descanso. Fue la primera vez que los príncipes visitaron el país de Máxima desde el nacimiento de su hija, Cati, la segunda en la línea sucesoria.