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Intentó resistir a un asalto, pero el costo fue demasiado alto: lo asesinaron de un balazo en la espalda. Así falleció ayer el dueño de un supermercado chino, después de que dos ladrones entraran a su local, ubicado en Villa Urquiza, para robarle. Tras el asalto, uno de los ladrones fue detenido por un gendarme y policías de la comisaría 37ª.
El episodio comenzó a las 9, en el supermercado situado en Rosetti 2155. Los dos delincuentes armados ingresaron al comercio y, mientras uno de los ladrones amenazaba a un cajero para sacarle el dinero, el otro se dirigió a la oficina del dueño para exigirle la recaudación del fin de semana.
Voceros judiciales informaron que al ver la situación dentro de su local, el dueño del supermercado, cuya identidad no fue revelada, intentó resistirse al robo y comenzó a forcejear con el asaltante que había ingresado a su oficina. En medio del forcejeo, el ladrón le disparó en la espalda. Y después, el otro delincuente no dudó en efectuar otros tres disparos dentro del local.
Al ver que el comerciante agonizaba, los ladrones huyeron corriendo del negocio. Tal fue el apuro que olvidaron dentro del local el botín de 3500 pesos que habían robado. En la calle, un gendarme que pasaba por el lugar se percató de la huida de los ladrones y comenzó a seguirlos. A la persecución se sumaron luego agentes de la comisaría 37ª de Capital Federal, ubicada en las inmediaciones del local.
A la altura de la calle Acha, en Villa Urquiza, uno de los ladrones fue detenido por el gendarme y policías, a quien le secuestraron un arma calibre 32. Según los primeros resultados de las pericias, ése fue el revólver utilizado para balear al comerciante, que murió cuando lo trasladaban al Hospital Tornú. La investigación del caso quedó a cargo del fiscal Marcelo Martínez Burgos y de la jueza Mónica Berdión de Crudo.