SOCIEDAD
Con Bergoglio y sin acuerdo
“La reunión fue cordial, pero no hubo pedido de disculpas por las críticas hechas al proyecto”, aseguró la legisladora kirchnerista Ana Suppa, tras la reunión que mantuvo ayer –junto al diputado Diego Kravetz– con el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. La reunión tenía como objetivo tratar el proyecto de ley que incorpora la educación sexual como materia obligatoria en las escuelas porteñas.
El cardenal había calificado a la propuesta como “más fascista que la que podría hacer Goebbels”, en referencia al secretario de Propaganda de Hitler. Hace aproximadamente un mes, Kravetz solicitó una reunión y recién ayer se concretó, un día después de que la iniciativa obtuviera el dictamen de mayoría en la Comisión de Educación.
El proyecto establece que los contenidos serán impartidos por la Secretaría de Educación. Pero, en el encuentro, el arzobispo sostuvo que “la opinión de los padres sobre lo que debe dictarse es algo fundamental, mientras que el papel del Estado y de la escuela es complementario”. Los intentos por limar asperezas continuarán la semana próxima, en una nueva reunión.