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Las víctimas estadounidenses de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos expresaron su enojo porque la declaración de la Iglesia sobre pedofilia no es clara en la aplicación de la “tolerancia cero” para los culpables.
Tras el regreso de cardenales estadounidenses de sus dos días de conversaciones en el Vaticano, muchos católicos criticaron a la Iglesia por hacer demasiado poco para proteger a sus niños. “Es impactante ver que incluso nuestro máximos líderes ni siquiera estén de acuerdo en que un sacerdote que abuse aunque sea una vez de un niño tenga que dejar el sacerdocio”, manifestó Frances Kissling, presidente de los Católicos Disidentes por una Libre Elección.
Los cardenales decidieron que se expulsará a sacerdotes después de “casos graves” y “reiterados de abusos sexuales a menores”. David Clohessy, de 45 años, director de la Asociación Nacional de Abusados por Sacerdotes, calificó esta decisión de “terriblemente frustrante”. “Los sacerdotes siguen insistiendo en ser los árbitros y esto no es algo que les corresponda. Deben dejar esto en manos de la ley”, agregó.