SOCIEDAD › CONFIRMARON YA DOS CASOS DE VENTA DE NIÑOS HUERFANOS DEL TSUNAMI
Cuando el horror no tiene nombre
Unicef había advertido sobre el tráfico de niños en la zona devastada. Ayer fueron confirmados dos casos de adopción ilegal. Varias ONG alertan sobre el tráfico. Suiza instó a los potenciales padres a desistir momentáneamente de realizar una adopción.
Era un temor desde que las olas hijas del maremoto asolaron el sur de Asia. Unicef lo confirmó: dos niños fueron robados en la zona del desastre. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) verificó dos casos de adopción ilegal y anticipó que habrá refuerzos en los programas orientados a evitar el tráfico de personas. En Sri Lanka, el gobierno tomó la decisión de prohibir las adopciones, frente a las sospechas de la ONU por los miles de niños que quedaron huérfanos o separados de sus familiares después de la tragedia, una preocupación que también se puso de manifiesto por eventuales casos de abusos sexuales.
Aunque ya había testimonios vinculados al tráfico de niños en la región afectada por el tsunami, el primer caso que pudo ser probado por la Unicef es el de un nene de cuatro años que fue retirado de un centro asistencial médico por un hombre y una mujer. Según revelaron miembros de organizaciones no gubernamentales, hubo personas que desconfiaron por las incoherencias en el relato de quienes primero aseguraron ser los padres del chiquito y luego dijeron ser vecinos de su familia. El rapto ocurrió en Banda Aceh, al norte de la isla indonesia de Sumatra, informó Brigitte Lund-Henriksen, jefa del Departamento de Protección a la Infancia de Unicef en la zona.
Sobre los otros raptos no trascendieron detalles. La representante de Unicef destacó que aún quedan datos por verificar sobre otros probables casos de robo de niños. En este sentido, recordó la declaración de un integrante de una ONG que aseguró haber visto a un centenar de niños que fueron sacados de noche en una embarcación de la provincia de Aceh. “Estamos realmente preocupados por el tráfico, es algo que existía ya antes del terremoto y del tsunami”, remarcó la integrante de Unicef, quien agregó que la región es desde hace tiempo “lugar de partida para el tráfico de niños, con fines de adopción ilegal, abuso y explotación sexual y trabajo ilegal”.
El tema de las adopciones después del tsunami fue un punto en el que repararon no sólo Unicef y las autoridades de Sri Lanka. También el gobierno de Suiza intervino para advertir a sus ciudadanos –muchos de ellos manifestaron su deseo de adoptar a chicos de países afectados– de que esa intención, en lugar de constituir una ayuda, puede llegar a ocasionarles nuevos traumatismos psicológicos, derivados del desarraigo.
En el mismo sentido, pero bajo otras razones, se pronunció ayer la organización no gubernamental Tierra de Hombres, que desaconsejó la adopción de niños huérfanos a causa del maremoto. En la entidad temen “que caigan en manos de redes de traficantes”, indicaron a través de un comunicado. Sin embargo, recomendaron a quienes estén decididos a adoptar a un pequeño de la zona dirigirse a ONG reconocidas de la región.
Tierra de Hombres opinó que las autoridades de los países europeos deben mostrarse firmes en que los chicos afectados no son idóneos para la adopción, “al menos no por el momento”. Por eso, la organización declaró su apoyo a los esfuerzos de los países afectados para prohibir la adopción en las zonas del desastre, debido al riesgo de tráfico de niños.
El presidente de la Federación Internacional Tierra de Hombres, Raffaele Salinari, adujo que “la situación de la mayoría de los huérfanos es por el momento confusa” y afirmó que llevará meses establecer si tienen parientes o amigos que quieran tomarlos bajo su cuidado.
India, Sri Lanka y Tailandia han ratificado la Convención de La Haya de 1993, que disminuye el riesgo del tráfico de niños con propósitos de adopción. Por otra parte, Unicef informó que con el objetivo de proteger a los huérfanos, se abrirán en Aceh tres centros de atención infantil, que se suman a uno que ya se creó. La idea es contar con un total de veinte lugares de este tipo, donde se brindan cuidados y atención psicológica.