Por P. L.
“Por desgracia, las consultas más frecuentes se producen después de una exposición a alguna posible causa de defectos congénitos: preferiríamos que nos consultaran antes”, comenta Pablo Barbero, responsable de la Línea Salud Fetal del Centro Nacional de Genética Médica.
Las consultantes más frecuentes son mujeres embarazadas, y, en menor medida, médicos u otros profesionales de la salud. El caso más frecuente es “la mujer que se embarazó sin haberlo planificado y como venía tomando un medicamento, frecuentemente algún psicofármaco, siguió consumiéndolo porque no sabía que estaba gestando”. La respuesta en estos casos depende del medicamento y la dosis.
El segundo motivo de las consultas es haberse expuesto a radiografías: pero en este caso “la gente, así como subvalora el riesgo del alcohol (ver nota principal), suele sobrevalorar el de las radiografías diagnósticas: hay parejas que han llegado a interrumpir el embarazo porque la mujer se había sacado una radiografía; claro que la embarazada debe evitarlas, pero es infrecuente que se asocien con malformaciones, y en todo caso hay que consultar”, aclara Barbero.
Otra causa de consulta proviene de “las mujeres que, por alguna enfermedad específica, deben recibir medicación durante el embarazo: a veces los mismos médicos les sugieren que se comuniquen con nosotros para evaluar posibles riesgos”.
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