SOCIEDAD › OMAR CHABAN DEJO EL EDIFICIO
DE SAN MARTIN Y SE MUDO AL DELTA
Qué le hace una mancha más al Tigre
El empresario dejó la casa de la madre a la madrugada. Un rumor indicó que se vistió de policía. Aún no se sabe la dirección exacta, pero los familiares ya dijeron que irán a escracharlo.
Después de una semana, la paz volvió al partido bonaerense de San Martín: en la madrugada de ayer, el empresario Omar Chabán abandonó el domicilio de su madre y se instaló en una isla del Tigre, cuya ubicación exacta es todavía un secreto, aunque los familiares de las víctimas de Cromañón prometen “encontrarlo y seguir con el escrache”. En la nueva residencia el empresario tiene, como única compañía, a un amigo personal del que sólo se sabe que es un ex miembro de las fuerzas de seguridad. También lo cuida una discreta custodia de la Prefectura Naval, que tiene jurisdicción en la zona. “Estamos al tanto del traslado, seguimos todo el operativo, pero no estamos en condiciones de decir nada. Todo lo que hablemos va a ser contraproducente. En San Martín volvió la paz y en el nuevo lugar, por ahora, está todo tranquilo, pero lo que pueda llegar a ocurrir se va a saber con el curso de los días”, dijo a Página/12 el subsecretario de Seguridad bonaerense, Martín Arias Duval. Una versión aseguró que Chabán salió a las 5.30 de la madrugada de la casa de San Martín disfrazado de policía bonaerense, pero su abogado, Pedro D’Attoli, rechazó ese rumor, aunque admitió a este diario que “es posible” que se haya teñido el pelo, para evitar que lo reconocieran.
“En San Martín ya se levantó la guardia especial, aunque va a quedar una custodia mínima, porque la madre de Chabán sigue viviendo allí”, dijo Arias Duval durante la charla con este diario. El empresario, principal imputado en la causa por la muerte de 194 personas, se instaló en una isla que, según se supo, está situada sobre el arroyo Abra Vieja, en el Delta del Paraná, a una media hora del puerto de San Isidro. Según D’Attoli, la nueva casa fue alquilada hace unos días por amigos del empresario. El abogado negó que el traslado hubiera obedecido a la presión del ministro de Seguridad, León Arslanian, quien había sugerido que Chabán fuera llevado a un domicilio ubicado en la Capital Federal. “El cambio de lugar fue planificado por la familia de mi defendido, para evitar que los vecinos de San Martín siguieran soportando los escraches”, explicó D’Attoli.
Antes del traslado al Tigre, la zona fue sometida a “intensas tareas de inteligencia por parte de la Policía Federal, por expreso pedido del juez de la causa (Julio Lucini), a quien ya se le comunicó la nueva dirección, como corresponde”, dejó sentado D’Attoli, quien consideró que “en principio, por el lugar, rodeado de agua, va a ser más difícil que se puedan organizar manifestaciones” de protesta. Ricardo Righi, familiar de una de las víctimas y asiduo concurrente al domicilio de Pellegrini al 200, en San Martín, donde estaba Chabán, anticipó: “Es una alegría para los vecinos de San Martín que lo hayan trasladado, pero nosotros vamos a ir donde esté, por más que nos separe el agua. Siempre va a sentir nuestra presencia sobre sus espaldas, hasta que se haga el juicio y pague por lo que hizo, porque él es uno de los máximos responsables”.
La salida de Chabán del domicilio de su madre se produjo ayer, cerca de las 5.30. Fue tranquila, sin inconvenientes, porque no había manifestantes en los alrededores. El empresario estaba acompañado por dos amigos. Uno de ellos se quedó en la casa, junto a la mamá del imputado, y el otro, un ex miembro de las fuerzas de seguridad, se instaló con Chabán en la isla del Tigre. Se supo que en la isla hay tres casas, dos de ellas deshabitadas en este momento. En la otra, un edificio de dos plantas, típico de la zona, construido en madera y chapa, elevado sobre pilotes porque es un lugar inundable, Chabán cuenta con dos habitaciones, comedor y cocina. “Su actividad central, ahora, es leer la causa, analizarla, porque está siempre pensando en su defensa, en demostrar que fue un accidente”, insistió D’Attoli.
Otras fuentes allegadas al empresario confirmaron que se tiñó el pelo y que se puso las ropas de uno de los amigos, que había llegado minutos antes a la casa. “Si alguien lo estaba mirando, iban a creer que salía lamisma persona que entró”, comentó el vocero. Viajaron en auto hasta el Tigre y a primera hora del día, con la salida del sol, se subieron a una lancha que los llevó a la isla. El abogado Fernando Soto, que representa a los familiares de varias de las víctimas de Cromañón, consideró que “dado que lo favoreció un fallo judicial, es válido que Chabán esté en libertad y, por lo tanto, tiene derecho a fijar su domicilio”. Soto dijo que los querellantes no tienen “ninguna intervención que pueda impedir ese movimiento”, pero admitió que “con seguridad los familiares van a tener conocimiento, muy pronto, sobre el lugar exacto en el que se encuentra, porque no puede ser un secreto. De manera que los escraches van a seguir y eso tampoco se puede impedir”.
El gobernador bonaerense, Felipe Solá, consideró ayer que la decisión de llevar a Chabán a una isla del Tigre es “la más apropiada”, porque su presencia en San Martín “alteraba el orden permanentemente”. Para el mandatario provincial, la situación generaba, “por un lado, una sensación de no justicia y, por el otro, la sensación de que Chabán seguía preso”. Aclaró que, en ese marco, los que sufrían las consecuencias eran los vecinos de San Martín, que “no son culpables de nada y que estaban padeciendo una situación de injusticia”. Solá cree que ahora “la custodia de Chabán va a ser mucho más discreta y la situación, más controlable”.
El abogado José Iglesias, padre de uno de los jóvenes muertos en el siniestro de Cromañón, acusó a la Policía Bonaerense de organizar “un plan deliberado para victimizar a Chabán ante la opinión pública, poniéndolo como víctima de los escraches, cuando él sigue siendo el victimario”. Iglesias sostuvo que “haberlo llevado a San Martín preanunciando la hora de llegada, con chaleco antibalas de color blanco, con un círculo policial débil, es una crónica de una provocación anunciada”.
Por ese motivo, el letrado sostuvo que se trató de “una maniobra de victimización”. De todos modos, opinó que “es muy positivo que se lo haya llevado a otro lugar, porque significa volver al eje de la cuestión. Chabán no es el único responsable de las muertes, hay 22 procesados más y en vez de ocuparnos de temas accesorios, tenemos que ir al centro de la cuestión, que es reclamar justicia. Y castigo para todos”.