SOCIEDAD › EL JUEZ OYARBIDE INVESTIGA UN
LISTADO DE EMPLEADOS DEL BANCO NACION
Empleados en el top de la sospecha
La titular del BN aportó la lista de empleados con acceso a las cajas de seguridad. Mañana atestiguan los damnificados.
La declaración testimonial de la presidenta del Banco Nación, Felisa Miceli, ante el juez federal Norberto Oyarbide aportó información sobre el sistema de seguridad y su funcionamiento. Pero, especialmente, consolidó una línea de investigación que hasta ayer era una suposición y hoy parece tomar fuerza en la causa del robo a las cajas de seguridad: la sospecha de que un número no precisado de empleados podrían haber dado información o favorecido el acceso a la bóveda del segundo subsuelo de la casa central. El sistema de grabaciones de seguridad obtuvo imágenes pero, según el propio Oyarbide, no tiene las imágenes completas o son borrosas. Lo curioso del caso es que, según afirman, hace un tiempo ocurrió un robo semejante en la misma sede y aún no fue resuelto porque las imágenes eran borrosas. La sospecha es que algún empleado, conociendo lo borroso del asunto, hubiera encomendado o realizado el robo con ciertas garantías. Por su lado, Miceli aseguró que el sistema cumple con las condiciones que exige la ley.
Durante la mañana, se produjo un cruce de versiones: mientras que Oyarbide aseguraba que había firmado la notificación para que Miceli se presentara a declarar, del lado del Nación aseguraban que hasta la media mañana no había llegado ninguna citación a la presidenta y negaban que la funcionaria no fuera a presentarse dado el hasta entonces hipotético caso de que la mentada citación no llegara. “Yo he firmado esa decisión, que no haya llegado es otra cosa –aseguraba Oyarbide–. Espero que en el curso de este día esto ocurra porque es muy importante contar con esa versión”.
De hecho, ocurrió en el curso de ese día: poco antes de la una del mediodía, Miceli ingresó a los tribunales de Comodoro Py por una puerta lateral del edificio para eludir a los periodistas instalados sobre la puerta principal y se dirigió al despacho de Oyarbide, en el tercer piso. La audiencia duró aproximadamente unos 40 minutos y contó con la presencia de Oyarbide y del fiscal federal porteño Carlos Cearras. Miceli describió todos los pasos del sistema de seguridad del banco, incluyendo la red de grabaciones. Y proporcionó un listado de los empleados que tienen acceso a las cajas de seguridad.
Miceli dijo que la custodia de la casa central y todas las sucursales está a cargo de la Federal, pero descartó que se haya producido “una falla en la seguridad”, al menos en relación a la que deben proveer los uniformados. De todos modos, trascendió que Oyarbide pidió a los federales un listado de los policías que estuvieron de servicio en la casa matriz en las últimas semanas. “No está determinado, todavía, cuándo fueron abiertas las cajas, por eso el pedido se tiró hacia atrás”, confió a este diario uno de los investigadores. Y aunque aún no se tenía detalle sobre el método utilizado para abrir las puertas ni acceder al lugar, ya fue confirmado que se había utilizado una barreta y no una copia de las llaves.
Ayer, mientras los peritos continuaban trabajando en la casa matriz buscando evidencias o tratando de determinar el modo de acceso al sector, Miceli entregaba al juez un listado de los empleados que tienen acceso al sector. Según confiaron fuentes de la investigación, es una de las principales hipótesis.
Hace un tiempo, según la abogada Nydia Zyngman, la misma casa matriz sufrió un robo semejante y no fue resuelto “porque el sistema de videos era borroso y no se pudo identificar todavía al ladrón”. De comprobarse la versión, permitiría corroborar en parte la sospecha de que algún empleado, conociendo que el sistema de seguridad no fue modificado, hubiera informado o colaborado en el acceso al subsuelo y en la apertura de las cajas con cierta garantía de éxito sin demasiado riesgo.
Las autoridades bancarias, en cambio, de algún modo descartaron el mal funcionamiento del sistema y aclararon a este diario que “el sistema de seguridad funciona correctamente y según lo exigen las leyes”. Lo que vuelca sospechas sobre la seguridad de las leyes de seguridad bancaria. Otra línea que investiga el fiscal Cearras es el del acceso facilitado como cliente del banco. La hipótesis se funda en el método ya conocido de presentarse a un banco como cliente y abrir una caja de seguridad para tener acceso irrestricto al sector. Esa línea, de todos modos, no explica por sí sola cómo se hizo para abrir las cajas de otros clientes y si el sistema de filmación fue vulnerado de algún modo. Cearras también avanzó por la línea de sospecha de personal enemistado con la actual presidencia. Por ese motivo, le preguntó a Miceli si conocía algún posible motivo para que el robo buscara perjudicarla en su gestión. La funcionaria señaló que “hubo una serie de despidos en los últimos tiempos, pero no creo que tenga relación”.
Por otro lado, la agenda del caso fue modificada: la inspección ocular que Oyarbide había anunciado para realizar ayer tendrá lugar hoy. Y para mañana está previsto que declaren los damnificados por el robo que, según fuentes de la investigación, ya se habían presentado en sede policial.