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La reunión entre los padres de una de las 194 víctimas de Cromañón con el gerenciador de ese boliche, Omar Chabán, y la oferta que hizo su abogado defensor, Pedro D’Attoli, al decir que el empresario “está a disposición” de los familiares que quieran hablar con él, dispararon críticas y posiciones divergentes entre los querellantes de la causa judicial. La mayoría de los familiares rechazó un eventual encuentro pero no criticaron a los deudos que se vieron cara a cara con el empresario. Por otra parte, los abogados de Raúl Villarreal, “mano derecha” de Chabán, presentarán hoy títulos de propiedad para cubrir la fianza estipulada por el juez Julio Lucini.
La reunión en la vivienda del Tigre, donde Chabán vive en el encierro su libertad, ocurrió el fin de semana entre el mismo empresario y Mirta y Jorge Viegas Méndez, padres de Cristian. “Lamento mucho”, les dijo Chabán, según contó Jorge. “Mucho no hablamos nosotros –añadió–; él estaba reunido con sus amigos, lo que me pareció mal porque esperaba verlo de otra manera, como si estuviera en una celda. Pero estaba bastante cómodo.”
El abogado y padre de una de las víctimas, José Iglesias, dijo estar “buscando una sentencia, no una explicación. Pero respeto lo que hace un padre que quiere oír porque a lo mejor no tiene las herramientas que yo tengo”. Por su parte, Mailín Blanco, sobreviviente de la noche trágica, sentenció que “uno no puede sentarse a hablar con el asesino, después salir y ser su vocero. No puedo hablar con el tipo que aquella noche nos dijo que íbamos a morir como en Paraguay”, dijo en diálogo con Página/12.
“No visitaría a Chabán pero no critico a los que lo hicieron porque tal vez fueron a constatar que ese hombre estaba en esa casa. Esto es una estrategia de D’Attoli para que Chabán quede como un hombre bueno”, resumió a este diario Nilda Gómez, que el miércoles debió internar a su hija Carolina en un neuropsiquiátrico “a causa de un estrés postraumático agudizado porque no pudo superar la muerte de su hermano Mariano”.
“El padre que lo quiera ver, previa autorización de Prefectura Naval y de Chabán, puede ir a conversar con él; no hay ningún inconveniente”, aseguró Pedro D’Attoli, abogado de Chabán. A modo de respuesta, Pedro García, padre del fallecido Gastón, puso una condición: “Sólo hablaría con Chabán si incrimina a todos los responsables”, dijo luego de la reunión que los familiares mantuvieron ayer con el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Por su parte, César Branzini, papá de Romina, afirmó que “no vería a Chabán porque no me podría controlar. No critico al que lo hizo pero una reunión de ese tipo no cambiaría mi opinión de él ni de los demás responsables”.
Por otra parte, Raúl Villarreal, “mano derecha” de Chabán, podría quedar en libertad si el juez Lucini admite los títulos de propiedad de inmuebles por 30 mil pesos que hoy presentó su defensa para cubrir la fianza. En caso contrario, su abogado pedirá la reducción de la caución ante la Cámara del Crimen.