SOCIEDAD › MARCHA A PLAZA DE MAYO AL CUMPLIRSE
SEIS MESES DE CROMAÑON
“Aprender a renacer de las cenizas”
Por primera vez, familiares y sobrevivientes se mostraron unidos. Leyeron un documento muy crítico a Ibarra y a la injusticia.
“En estos seis meses estamos aprendiendo a renacer de nuestras cenizas y de las cenizas de la injusticia”, dice el documento consensuado por los distintos grupos de familiares de víctimas y sobrevivientes de Cromañón, que ayer fue leído en la Plaza de Mayo al cumplirse medio año del incendio del boliche en el que murieron 194 personas. El texto fue el corolario de la marcha iniciada con una oración interreligiosa en Once y esas palabras, “necesarias (de expresar) para la salud mental” de la sociedad, fueron acompañadas por una suerte de “espacio de la memoria” instalado frente al vallado que divide la Plaza y en donde se colocaron 194 estandartes con fotos de las víctimas y velas encendidas. En la causa judicial, el juez Julio Lucini ordenó una “megapericia” para determinar las causas de las muertes.
El duro documento consensuado por los siete grupos de familiares y sobrevivientes fue leído por Nilda Gómez, mamá del fallecido Mariano; Silvia Rozengardt, madre de Julián; y Daniel Yanni, papá de Darío y Bárbara. Parados sobre un modesto palco ubicado al costado de la Pirámide de Mayo, de perfil a la Casa Rosada, leyeron ante el silencio profundo de los cientos de deudos las cinco carillas que compendian lo vivido desde la tragedia. Fueron palabras críticas para cada uno de los involucrados en la causa que, además, pusieron a la tragedia en un contexto de “violencia institucional y empresarial” responsable del “accionar represivo de la dictadura militar, los crímenes de gatillo fácil y atentados como el de la AMIA”. Y de una Justicia “diferente para unos y otros” evidenciada en “los detenidos por manifestarse en contra del Código Contravencional” en 2004.
“Todos somos sobrevivientes”, dijeron los padres. Y en estos seis meses “soportamos la culpabilización” de las víctimas, el nombramiento de “personajes como Juan José Alvarez” y “discutir con los grandes medios de comunicación los adjetivos que se utilizan para referirse a lo que fue una masacre, asesinato”.
Del mismo modo se criticó y pidió la detención del (abucheado con insistencia) jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y ex funcionarios procesados. Luego del rosario de críticas pidieron que no se varíe la carátula de la causa y que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, dé cuenta del “nefasto” accionar de la Policía Federal durante la tragedia. También exigieron una lista oficial de sobrevivientes y convocaron a personalidades del deporte y la cultura a “pronunciarse decidida y públicamente” en marchas y otros eventos. “Tenemos la posibilidad, si actuamos colectivamente, de que este juicio inaugure una manera diferente de concebir la Justicia” para que “haya un antes y un después de Cromañón”.
Pablo Blanco opinó ante Página/12 que con este documento se inaugura “una etapa de mayor diálogo” entre los padres que habían “mostrado diferencias notorias”. Se logró luego de varias reuniones y discusiones entre representantes de los grupos y “no tardó mucho en terminarse”. En un clima de dolor, mientras el resto de los deudos lloraban y se abrazaban entre sí, dos padres y dos chicas sobrevivientes leyeron la triste letanía de nombres de los chicos muertos (además del de Mariana Márquez), cada uno de los cuales fue acompañado por un “presente” in crescendo.
Luego de los discursos, los familiares hermanados en el dolor se dieron mutuamente las condolencias. Algunos comenzaron a girar alrededor de la Pirámide. Otros, los más, se dirigieron a los “banners”, algo así como estandartes blancos con la cara de cada víctima en el centro, su nombre y una leyenda escrita por su familia. “Con tu sonrisa seguro el cielo se iluminó”, decía en el de Ricardo Cordero. Cada cual buscaba el de su pariente y algunos se arrodillaban ante la foto para besarla como si fuera una lápida.
Paralelamente, el juez Lucini puso en marcha una “megapericia” forense para analizar la sustancia tóxica que inhalaron las víctimas del incendio. El estudio está a cargo del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, al que se sumarán peritos de parte. El objetivo es dilucidar si las muertes se produjeron por esas sustancias, la existencia o no de mala praxis y valorar la actuación de los médicos del SAME. Por otra parte, la Justicia negó la reducción de la fianza a la “mano derecha” de Omar Chabán, Raúl Villarreal, tal como había solicitado su defensa.
Informe: Adrián Figueroa Díaz.