SOCIEDAD › OCHO MUERTOS POR UN MAL QUE TRANSMITEN MOSQUITOS
A cuidarse de las picaduras
Un brote de encefalitis produjo en Córdoba otros 47 casos. Ya hay “alerta epidemiológico”. El mosquito transmisor es el más común. Piden evitar en todo el país los receptáculos de agua.
Por Pedro Lipcovich
Enigma epidemiológico: son ocho los muertos y 47 el total de personas diagnosticadas con encefalitis viral transmitida por mosquitos en la provincia de Córdoba. ¿Por qué en Córdoba? ¿Hay subdiagnóstico en otras provincias? ¿Se expanderá la enfermedad? El virus que la causa es el de Saint Louis. Su reservorio son aves –gorriones, palomas–, picadas por el mosquito Culex, el más común, que puede trasmitirla al hombre. En realidad, la inmensa mayoría de los infectados no llegan a desarrollar síntomas; de quienes enferman, la mayor parte son mayores de 60 años. Los niños en general no enferman o sólo tienen síntomas leves. Las autoridades sanitarias de Córdoba declararon el “alerta epidemiológico”, centrado en advertir a los municipios y a la población para que limiten la cantidad de mosquitos vigilando los receptáculos de agua donde se desarrollan las larvas; lo mismo solicitó, para todo el país, el titular de epidemiología de la Nación. Una especialista pidió que los médicos notifiquen los casos de síntomas neurológicos vinculables con picaduras de mosquitos.
De los ocho fallecidos, seis eran mayores de 60 años, uno tenía 58 y otro 25. El año pasado sólo se habían registrado en Córdoba dos casos de esta enfermedad, contra los 47 anotados hasta junio de 2005. Del total de casos de encefalitis, el 83 por ciento proviene de la capital cordobesa. Según el Ministerio de Salud de la Nación, los estudios “corroboraron que se trata del virus de la encefalitis de Saint Louis”. Estas encefalitis son “casi todas asintomáticas; en los casos benignos puede haber dolores de cabeza o meningitis aséptica”. Los graves “se caracterizan generalmente por comienzo agudo, dolor de cabeza, fiebre alta, estupor, desorientación, coma”; el grupo más expuesto son “los mayores de 60”. Hugo Fernández, director de Epidemiología de la Nación, señaló que “hasta ahora y este año, los casos detectados de encefalitis de Saint Louis provienen de Córdoba”.
El virus de Saint Louis se aisló por primera vez en esa ciudad de Estados Unidos en 1933 y en ese país produce brotes de encefalitis aproximadamente cada diez años. En la Argentina, desde 1985 hasta 2002 no se habían detectado casos; ese año, un equipo integrado por Marta Contigiani –titular del Instituto de Virología J. M. Vanella, de la Universidad Nacional de Córdoba– y otros investigadores registró un caso, en un estudio que fue publicado en Estados Unidos por el Centro de Control de Enfermedades (CDC).
La doctora Contigiani advirtió que “esta forma de encefalitis puede confundirse con otras; antes, al no haber búsqueda y vigilancia sistemáticas, muchos casos no se estudiaban. Pero este año realmente hubo un brote de la enfermedad, y hay que investigar por qué”. El reservorio del virus son aves como los gorriones, palomas y quizá gallinas; picadas por distintas variedades de mosquitos, por ejemplo el Culex –el más común en toda la Argentina–, pueden trasmitir la enfermedad al ser humano.
Las causas del brote actual podrían indagarse en “el aumento de la cantidad de mosquitos, vinculado quizá con cambios climáticos”, puntualizó Contigiani. Nora Glatstein, especialista de la Dirección de Epidemiología de Córdoba, señaló también “una posible mayor exposición de personas a los mosquitos” por avance sobre zonas antes despobladas. Pero todos admiten que las causas aún se ignoran.
El Ministerio de Salud de Córdoba dispuso el alerta epidemiológico a partir de septiembre, cuando la cantidad de mosquitos empieza a aumentar. El objetivo es “que los municipios tomen medidas para disminuir la cría de mosquitos en los espejos de agua y que los vecinos eviten el acopio de pequeñas cantidades de agua donde se desarrollan las larvas”, precisó Nora Glatstein. Hugo Fernández recomendó, para todo el país, “tratar de disminuir la exposición a los mosquitos: en las casas, evitar la acumulación de agua en recipientes o en piletas en desuso”. Marta Contigiani subrayó “la importancia de que los médicos, ante enfermedadesfebriles con compromiso neurológico, las notifiquen, para establecer cuánto se expande la enfermedad”.