EL PAíS › JUEVES Y VIERNES HABRA NUEVO PARO EN EL GARRAHAN
En busca de otra propuesta
Así lo determinó la asamblea. Esperan que el Gobierno haga otra proposición. Descartaron la “mediación” del juez Ramos Padilla. Unicef pidió respetar los derechos de los niños.
Por Miguel Jorquera
Los trabajadores no médicos del hospital Garrahan aprobaron en asamblea un nuevo paro de 48 horas durante jueves y viernes de esta semana, ante la falta de una nueva propuesta de las autoridades nacionales a sus demandas laborales. El jueves habrá un acto y una marcha en apoyo a los huelguistas que impulsan agrupaciones estudiantiles, docentes universitarios, delegados ferroviarios y de subterráneos. Los trabajadores tomaron la decisión de continuar con los paros tras abandonar la “mediación” del juez penal José Ramos Padilla, a quien calificaron de “incompetente” y de intentar “judicializar la protesta”. Ginés González García insistió en que “el paro es político” y Unicef envió cartas al ministro de Salud y a los delegados del hospital instando a que se respete la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
A la hora de la asamblea, convocada para ayer a las 13.30, los trabajadores del Hospital Nacional de Pediatría no habían recibido ninguna nueva propuesta oficial a sus reclamos y tenían tres mociones para ser debatidas: paro de 72 horas; paro de 24 horas y una tregua en las medidas de fuerza para encausar las negociaciones impulsadas por los dirigentes gremiales de ATE. Tras del debate, se aprobó mayoritariamente un paro de 48 horas. “El jueves y el viernes va a haber paro y el mismo día jueves, aniversario de la fundación de nuestro hospital, va a haber un acto junto a docentes, Conadu, delegados de subtes y TBA”, anunció el miembro de la comisión interna hospitalaria Gustavo Lerer.
Antes, los trabajadores abandonaron la reunión de “mediación” que había convocado el juez Ramos Padilla y de la que participaban otros empleados, autoridades del hospital, médicos, abogados de la CTA y funcionarios del área de salud de los gobiernos nacional y porteño. “El juez nos aclaró que no estaba para mediar y que no venía a hablar de salarios, por lo cual le manifestamos que era incompetente para intervenir”, dijo Lerer al justificar el portazo. En esto también coincidieron los abogados de la CTA: “No entendemos qué vino a hacer un juez que a todas luces es incompetente” en el conflicto, insistió el abogado Rodolfo Meguira.
Meguira reivindicó como única competencia judicial el fuero laboral, en la que la jueza Silvia Sayago dictó una medida cautelar que dejó sin efecto los telegramas que advertían sobre despidos a los huelguistas y una eventual decisión de la Cámara de Apelaciones del Trabajo. El protagonismo de Ramos Padilla –ex juez federal de Morón y militante radical– en el conflicto también fue rechazado por el fiscal en lo penal Augusto Troncoso, quien intentó sin suerte indagar a 13 enfermeros por el supuesto delito de abandono de persona. Otro juez penal, Eduardo Dafflis Niklison, fue el único que hasta ahora intervino para rechazar el pedido del fiscal. El letrado de la CTA tampoco dejó pasar por alto la abstinencia que tuvo el Ministerio de Trabajo de intervenir en la disputa.
Diferencias
A pesar del rechazo de la asamblea a su propuesta de suspender los paros para intentar una negociación, los dirigentes de ATE volvieron a plantear sus diferencias con la comisión interna. “Por el camino del paro permanente no se resuelve el conflicto. Tampoco a través de las provocaciones mutuas entre delegados y el ministro de Salud”, dijo a Página/12 el dirigente de ATE y la CTA Pablo Michelli. La conducción de ATE también insistió en la redistribución de la masa salarial que en un principio había ofertado el Ministerio de Salud, aunque las autoridades sanitarias nunca respondieron a la contraoferta.
“Esa distribución significaría un incremento de 600 pesos para los médicos y de 450 y 350 pesos para enfermeras y el resto del personal de acuerdo a las categorías”, aclaró Michelli, que también manifestó que si se concretara esa propuesta “convocaríamos a un plebiscito, con voto secreto,para que los 600 afiliados a ATE se pronuncien a favor o en contra para tratar de arribar a una solución”. Pero la mayoría de los delegados quiere una redistribución sin diferencias jerárquicas que representaría un incremento salarial de 570 pesos para todos los trabajadores.
Pero hasta ahora no hubo ninguna otra oferta oficial y González García volvió a atacar a los huelguistas. “Que se dejen de molestar a los chicos”, dijo el ministro al enterarse del nuevo paro de 48 horas mientras presentaba en su cartera un protocolo de medicamentos conjunto con Brasil. “El paro sigue siendo político” y lo realizan “activistas”, insistió el ministro de Salud, que terminó refiriéndose al conflicto del Garrahan y a sus delegados como un mero observador político: “Es un pequeñísimo grupo, son cada vez menos y están aislados”.