SOCIEDAD › UNA TRAGEDIA INCREIBLE EN LOS ALPES AUSTRIACOS: NUEVE MUERTOS
Un golpe de cemento en el teleférico
En Austria, al menos nueve personas que viajaban en teleférico murieron cuando cayó sobre la cabina en que se transportaban un bloque de hormigón llevado por un helicóptero. El accidente, digno de la imaginación de un guionista de dibujos animados, ocurrió ayer sobre los glaciares de los Alpes austríacos. Los fallecidos fueron tres adultos y seis niños alemanes que se hallaban en las montañas de la zona del Tirol como parte de su etapa de entrenamientos veraniegos de su club de esquí. Pero no fueron las únicas víctimas. Más abajo, otras siete personas fueron golpeadas por la caída del bloque y la cabina; dos están en estado crítico.
Según los testigos, el helicóptero de fatídica puntería pertenecía a la empresa Salzburgo Knaus. Se dirigía a una obra en la estación de montaña Soelden y transportaba un contenedor metálico con el bloque de hormigón, de unos 750 kilogramos. Todo ocurría con normalidad hasta que el cubo se desprendió y “cayó con toda su fuerza contra el cable del teleférico y luego sobre la cabina”, contó Jakob Falkner, director del paseo aéreo. “Como si se tratara de un gigantesco latigazo –prosiguió–, la cabina que estaba encima y también la posterior empezaron a sacudirse”. El movimiento hizo que varias personas cayeran por las ventanas hasta el suelo.
De los ocho ocupantes de la cabina superior, seis cayeron y murieron, dos resultaron ilesos. En la cabina inferior viajaban también ocho y tres murieron.
El pedido de socorro llegó por una llamada desde el teléfono celular de un hombre que estaba en una cabina que no había sido afectada. Doce helicópteros de rescate, 60 agentes sanitarios y seis médicos de urgencias acudieron a la zona de la tragedia, ubicada a unos 2800 metros de altura y a la que sólo se puede acceder con transportes aéreos. Para las víctimas alemanas que habían caído al vacío –una mujer, dos hombres, cuatro niñas y dos niños de entre 11 y 13 años–, la ayuda llegó demasiado tarde. En cambio, los heridos por la caída simultánea del bloque y la cabina al suelo lograron ser trasladados a hospitales de las ciudades de Innsbruck y Zams. Del mismo modo, los ocupantes del resto de las cabinas que colgaban en los cables del teleférico fueron rescatados por los socorristas.
El teleférico, situado en el monte Scheid de 3309 metros, ya había sufrido un accidente el año pasado cuando un cable se enganchó con una cabina vacía y produjo la caída de otra. Por el hecho, 113 pasajeros debieron esperar durante horas para ser rescatadas; al poco tiempo, dos empleados fueron suspendidos.
El hecho de ayer es el segundo accidente de ese tipo provocado por un vehículo aéreo. En febrero de 1998, en la ciudad italiana de Cavalese, un caza estadounidense cortó el cable de otro teleférico y hubo 20 muertos.