La hipótesis del segundo túnel, cavado por la banda como salida a una casa cercana a la sucursal del Banco Río, empezó a tomar cuerpo: ayer, los investigadores detectaron un conducto que nace en el desagüe y cuyo otro extremo quedó en el más profundo de los secretos policiales. Además, los investigadores analizan los videos entregados por el banco en los que, aseguran las mismas fuentes, aparecen las imágenes de los asaltantes. “Estamos comparando las imágenes congeladas con un abanico de fotos de posibles autores”, confió a Página/12 un investigador. Entre esos posibles autores no sólo figuran expertos con antecedentes sino también integrantes de fuerzas de seguridad. Como anticipó este diario, todo indica que la alarma del Río funcionaba. Un experto en alarmas bancarias aseguró la imposibilidad de que el sistema de alarmas fuera inhabilitado sin que la policía lo supiera, y que un vecino hubiera escuchado sonar la antisísmica antes del robo por un motivo: “Las alarmas bancarias no suenan en los bancos”.

El segundo túnel, el que los investigadores suponían como necesario para evitar que la banda fuera vista entrar y salir cientos de veces, apareció. Ayer, un investigador confirmó el hallazgo. La fuente no reveló dónde desemboca el otro extremo, pero todo hace pensar en la lógica del alquiler de una casa o un local.

Con relación al túnel que comunica con el banco, la Dirección de Hidráulica provincial salió al cruce de las versiones para confirmar que “es ilegal” porque no figura en los planos. Según el director técnico de esa oficina, Héctor Raúl Reynal, “nosotros tenemos que aprobar los vuelcos sobre conductos pluviales y en los documentos que tenemos no consta” la realización de esa obra.

Ayer, fuentes del Banco Río informaron que se habían entregado a la Justicia los videos de seguridad en los que se podía ver a los asaltantes en forma nítida. Un investigador confirmó el dato a Página/12: “Congelamos las imágenes y las comparamos manualmente, una a una, con las fotos de todos los que creemos que pudieran haber participado y que coincidan con las descripciones”. Y agregó: “Contrastamos con fotos de especialistas, pero también de fuerzas de seguridad”, entre los que, además de policías y prefectos, se incluyen penitenciarios.

El otro debate que se había desatado en torno del caso es el del funcionamiento de la alarma. Como había anticipado este diario, una duda daba vueltas en torno del asalto: por qué dieron el golpe de día, y afrontaron los riesgos de un enfrentamiento armado, de ser reconocidos por los rehenes, y de que no sólo hubiera bajas en sus propias filas sino que cualquier consecuencia entre los rehenes y las fuerzas policiales derivaría en un incremento exponencial en las penas en caso de caer detenidos. La respuesta que el sentido común sugería era que a la alarma no la controlaban, o sea, funcionaba.

Ayer, un experto en alarmas bancarias confirmó a este diario esa hipótesis y derribó algunas versiones. La Bonaerense había asegurado desde el inicio que la alarma no funcionaba y que había sido desactivada luego de haber sonado varias veces unos diez días antes del robo (y mencionó vecinos que la habían escuchado). “Una alarma de banco envía una señal a una consola en la Departamental más próxima –describió el experto–. Una vez por minuto, las 24 horas del día, todos los días. Si no hay novedad, la señal automática que devuelve es ‘sin novedad’. Si algo la dispara, inmediatamente señala en la pantalla policial el hecho, la sucursal, la dirección, todo queda registrado en el disco y saca un printer.” Las alarmas infrarrojas y las antisísmicas son desconectadas con una clave que sólo conoce un responsable del banco cada día, al iniciarse las actividades, y vuelven a conectarse al término. Inhabilitarlas es más complicado: “El banco debe cursar una nota a la policía, que a su vez, si lo aprueba, remite la orden de inhabilitación a la empresa de alarmas. Para hacerlo deben presentar la nota al menos 72 horas antes”. Según el experto, la alarma antisísmica tiene un alcance de unos 4 metros. La perforación del túnel al banco está, según los investigadores, a más del doble de la capacidad de detección de las alarmas.

Un último dato parece echar por tierra la versión: “Es falso lo que digan esos testigos de haber escuchado la alarma diez días antes”, agregó conciso el experto.

–¿Por qué?

–Las alarmas bancarias no suenan en el banco, suenan en la consola policial.