No hay vacaciones cuando de asegurar votos se trata. Por eso ayer la senadora Cristina Fernández de Kirchner recibió a los cinco diputados nacionales por Córdoba que responden al intendente Luis Juez, e intentó convencerlos de los beneficios de achicar el Consejo de la Magistratura. La primera dama es la principal impulsora de este proyecto que es resistido por todas las fuerzas opositoras y por las organizaciones vinculadas al ámbito judicial, que sostienen que al modificar el número de sus integrantes altera el equilibrio interno del organismo en beneficio del poder político. El propio Juez, un aliado del kirchnerismo, había calificado de “mamarracho” a la iniciativa que ya fue aprobada en el Senado, aunque luego relativizó sus dichos. Los juecistas que acudieron a la convocatoria siguen divididos y aún sin tomar posición como bloque. Aunque esto no pareció preocupar al diputado kirchnerista Carlos Kunkel, quien al salir de reunión aseguró a Página/12 que “de todos modos, tenemos el número suficiente” para aprobar la reforma.

“Fue un encuentro muy interesante en el que todos nos escuchamos, pero no nos requirieron que anticipemos cómo votaremos así como nosotros no pretendimos imponer modificaciones (al proyecto)”, sintetizó el diputado Gumersindo Alonso tras casi tres horas de reunión. El escenario fue el despacho que la senadora tiene en Casa de Gobierno, y además de Kunkel y Alonso, estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el diputado Juan Manuel Urtubey, y los cordobeses Norma Morandini, Daniel Giacomino, Francisco Delich y Raúl Merino. “Ratificamos nuestra posición consecuente con el Gobierno pero no somos incondicionales”, aclaró Alonso. Por su parte, Kunkel se quejó de las “críticas por anticipado sobre una supuesta intencionalidad perversa” del Gobierno.

Mientras la periodista y diputada Norma Morandini ya se pronunció en contra de la reforma, los demás legisladores del bloque juecista ven con buenos ojos el proyecto. Entienden que hay que reducir la burocracia del Consejo, aunque también rechazan la posibilidad de que la disminución de 20 a 13 miembros otorgue al gobierno de turno cinco votos al momento de la toma de decisiones. En tal sentido, para evitar esto plantearon la modificación del tipo de mayoría necesaria en las votaciones. Ante la consulta de este diario, una alta fuente oficial consideró viable el planteo. Sin embargo, en Diputados es poco probable que prosperen cambios que harían volver el proyecto a la Cámara alta.

Más allá de sus intenciones de acompañar al oficialismo en esta cruzada, la posición de Morandini y las propias declaraciones del intendente de Córdoba los colocaron en una difícil situación. Tras su reunión del jueves pasado con el jefe de Gabinete Alberto Fernández pareció haber ablandado su posición inicial, pero luego salió a decir que no presionaría a sus diputados para dejarlos que voten “con independencia de criterio”. “No practico un kirchnerismo bobo”, aclaró.

Antes de ingresar a la Rosada, Morandini le dijo a Página/12 que la reunión no modificaría su postura. “Voy a escuchar para tener más información al fundamentar mi voto”, explicó. La periodista había participado de la audiencia pública en la cual los principales líderes opositores y las ONG que se oponen al proyecto expusieron sus argumentos. “Son organismos que respeto, como Poder Ciudadano del que fui parte, y son los que saben del tema”, precisó.