El exhorto que contiene los interrogatorios a los que deben ser sometidos los siete jóvenes correntinos sospechados de la muerte de Ariel Malvino, ocurrida el pasado 19 de enero en la localidad brasileña de Ferrugem, llegó ayer por la mañana a la secretaría penal del juzgado federal de Corrientes y quedó en manos del juez Carlos Soto Dávila, quien, según pudo saber este diario, se excusó apenas recibió el formulario. Ahora se deberá designar otro magistrado para que tome las declaraciones, por lo que aún no hay fecha para los interrogatorios.

Según relató el abogado de la familia de la víctima, Juan Carlos García Dietze, Lautaro y Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo y Andrés Gallino deberán responder a las preguntas como imputados del delito de “homicidio calificado, tentativa de homicidio y lesión corporal con resultado muerte”, en una declaración indagatoria; Francisco Méndez, Germán Braillard Poccard y Gonzalo Marasco lo harán en calidad de testigos.

“Son imputados por la Justicia de Brasil, en Argentina no hay causa. Si alguno se quiebra, quien esté tomando declaración sólo debe remitir las respuestas a la Justicia brasileña”, puntualizó, y agregó: “En el exhorto hay una descripción de los hechos y las preguntas son diferentes según el tipo de declaración, si es testimonial o si es indagatoria”.

También se pide un informe sobre la titularidad de dominio del vehículo Toyota, patente DLK 470, con el que se habrían ido de Brasil.

Cuando el escrito remitido por la Justicia de Garopaba llegó al juez federal correntino Carlos Soto Dávila, el magistrado decidió no tomar las declaraciones de los jóvenes por la misma razón que lo había hecho cuando Braillard Poccard y Méndez hicieron una presentación ante el juzgado federal: una relación de conocimiento con algunas de las familias de los acusados.

Por su parte, Gracia Dietze recordó que hay testigos que reconocieron a quien arrojó el piedrazo contra Ariel como Eduardo Braun Billinghurst, mientras a Horacio Pozo, como el autor de la trompada que derribó a Malvino. Gallino sería el responsable de haber comenzado la pelea y el otro hermano Braun Billinghurst quien, luego del hecho, habría rescatado a sus amigos cuando fueron perseguidos e interceptados por un grupo de brasileños para que no escaparan.

Alberto Malvino, el padre de Ariel, dijo que aceptará que los sospechosos del crimen sean juzgados tanto en Argentina como en Brasil, ya que “el homicidio es homicidio” en ambos países.