Llegaron a Buenos Aires para hacer oír sus reclamos. Tobas, wichí e integrantes de la Unión de Trabajadores Desocupados de General Mosconi, Salta, piden la entrega del título comunitario de sus tierras después de haber vivido en ellas por 70 años. También solicitan la creación de un parque nacional para evitar el avance de la deforestación y al mismo tiempo insisten en que el Estado ejerza control sobre los recursos naturales que explotan las grandes empresas. Este viernes esperan dialogar con el presidente Néstor Kirchner.

Llegaron hace una semana con ganas de que el Presidente los recibiera. En un primer intento el encuentro se frustró, pero esperan que se concrete mañana. “Nos quedamos hasta que se haga la reunión”, explicó a Página/12 Juan Carlos Fernández, de la Unión de Trabajadores Desocupados.

Los aborígenes quieren que se les otorguen los títulos comunitarios de sus tierras. “Son 2200 hectáreas en General Mosconi, pasando la ruta nacional 34. Dos mil personas viven en esa área”, relató a este diario Víctor Rojas, de 62 años, wichí de la misión Tres Paraísos. “Hace treinta años estamos en juicio con un empresario”, que es quien posee el título, pero “hace más de 70 años que vivimos en esta tierra. Por eso pedimos el título comunitario”, insistió.

“Ellos (por el empresario) fueron alambrando el terreno. Si traspasamos ese límite hay hombres armados”, denunció. El juicio contra el empresario “lo comenzó hace 30 años el hijo de un cacique y ahora lo retomarán ocho comunidades aborígenes. Una de ellas agrupa a tobas, churupíes y chorotes y las otras son wichí”, explicó. La abuela de Víctor murió a los 100 años y nació en esa tierra que ahora no pueden sembrar porque “está en litigio”, se lamentó.

Para Fernández, de los trabajadores desocupados, “es un tiempo crítico”. Es que su provincia sufrió las consecuencias de las inundaciones que arrasaron puentes y desbarrancaron las márgenes de los ríos, haciendo caer decenas de viviendas. “Hubo un desastre en el ecosistema por las inundaciones”, afirmó. Por un lado, “desapareció la flora y la fauna. Pero ahora nosotros también estamos en peligro, por tener todo deforestado, entonces no hay contención de aguas”, estimó.

Para terminar con el avance de las topadoras llegan a Buenos Aires a pedir al Presidente “que se declare parque nacional al lote 50 y 51, que agrupa 7200 hectáreas, en la frontera salteña con Bolivia. En esos lotes hay comunidades guaraníes que trabajan la tierra”.

Desde 2002 esos terrenos están resguardados en el marco del Proyecto de Investigación Aplicada a la Forestación Nativa (Piarfon). El mismo consiste “en efectuar un inventariado de los árboles, que permita la recuperación del bosque nativo degradado y la conservación de la biodiversidad. Y luego se usa parte de esa madera para los pequeños aserraderos. Lo que se hace es mantener las plantas y árboles que tardan más años en crecer”. La Secretaría de Medio Ambiente de Nación y de la provincia “aprobaron este proyecto en 2002”, relató. “Desde ese entonces no se ha tocado nada, pero el miedo es que esto se venda o que el proyecto se disuelva, y si se convierte en parque nacional no puede venderse”, aseguró.

En Mosconi hay empresas multinaciones: “Cuatro gasíferas petroleras, un par de madereras y agrícolas. En ellas no hay muchos trabajadores porque están mecanizadas y facturan 38 millones de dólares por día”. Lo curioso es que con esa cantidad de empresas, en Mosconi hay “alrededor de un 60 por ciento de la población desocupada”, destacó Fernández. Además “pedimos que haya regulaciones y control por parte de las empresas y el Estado sobre los recursos naturales. La Argentina va a pagar cinco dólares el metro cúbico de petróleo cuando estamos importando algo que poseemos”. Fernández subrayó: “Vivimos sobre gas, petróleo y no tenemos nada”.

Además, más de la mitad de la población está enferma, “fruto de la contaminación del agua por desechos químicos que las empresas eliminan y,como consecuencia, provocan problemas en los riñones, entre otros”, advirtió Fernández.

Informe: M. S. Wasylyk Fedyzsak.