Estaba en el boliche, probó un trago y empezó a sentirse mal. Dos patovicas mujeres la sacaron de la disco de Del Viso, partido bonaerense de Pilar, localidad donde ella vive, aparentemente por su estado de “ebriedad”. Cuando iba camino a su casa, un grupo de cinco jóvenes la siguió y la golpeó. Soledad, de 19 años, no recuerda muy bien qué pasó después. La policía la encontró al otro día en un descampado, desmayada, semidesnuda y con el rostro ensangrentado. La muchacha denunció que fue atacada por esos jóvenes, que la violaron y le pegaron varias trompadas en el pómulo derecho que le causaron una hemorragia que casi le provoca la pérdida del ojo. La joven identificó a dos de ellos y la fiscal de Instrucción de Pilar María del Carmen Gigante pidió la detención al juez de Garantías, quien, según el Ministerio de Seguridad bonaerense, denegó la solicitud. La víctima dijo que conocía a los agresores desde hace unos meses “porque son del barrio” y que uno “es hijo de un comisario”. Desde la cartera provincial informaron que el acusado es el “sobrino de un ex policía detenido por un asalto al Banco Boston de ese partido”.

“Tuve un entredicho con uno de ellos dentro del boliche, le pegué un cachetazo por mal educado, y me dijo que un día de éstos me iba a cagar a palos”, recordó la víctima. El episodio, que fue dado a conocer ayer a través de la propia víctima, su hermana Patricia, de 21 años, y la presidenta de la Asociación de Víctimas de Violación (Avivi), María Elena Leuzzi, ocurrió en la madrugada del 20 de agosto a la salida de un boliche de Del Viso. Patricia explicó que todo se inició cuando la joven regresaba caminando a su casa, ubicada a unas 20 cuadras de la disco, alrededor de las 4.30, después de haber estado en un boliche de la zona. A pocas cuadras del lugar, la chica fue interceptada por seis jóvenes a quienes dice conocer desde hace un tiempo. Según la denuncia, la llevaron hasta un sector más apartado y la sometieron sexualmente.

Fue la misma víctima, Soledad, quien aseguró que “conocía a los jóvenes desde febrero pasado, por lo que no esperaba que la golpearan y abusaran”. Además contó que, entre otras agresiones, “le pegaron una trompada en el ojo derecho de tal forma que sufrió una hemorragia”, por la que, en un primer momento, se pensó que podría llegar a perder la visión del ojo derecho, pero los médicos que la asistieron dijeron que “no corre riesgo de pérdida de la vista”.

“Unos conocidos del boliche le dieron de tomar un trago, por lo que se sintió mal, fue al baño y vomitó. Se asustó porque empezó a experimentar una sensación desconocida, empezó a lavarse la cara y decidió salir del baño e ir al salón de baile. Pero dos patovicas mujeres la ven y la sacan del lugar y la dejan en la calle. Ella atinó a irse a su casa y ahí fue interceptada por los mismos muchachos que estaban dentro”, relató a Página/12 la titular de Avivi, María Elena Leuzzi, quien agregó que “parece que en el trago había algo más que alcohol, por cómo cuenta la joven que se sintió”.

La joven fue hallada por efectivos de la seccional de Del Viso en las calles Santa Celia y Valentín Alsina y una ambulancia la trasladó luego al hospital de Pilar. Soledad recobró el conocimiento allí mismo, donde los médicos constataron que “presentaba lesiones de haber sido violada vaginalmente”. Desde el Ministerio de Seguridad explicaron que los mismos médicos que la asistieron “certificaron que la joven presentaba un golpe de puño en el arco superciliar y pómulo derecho y un edema en el mismo ojo, y que no posee cortes de ningún elemento ni presenta lesiones que ocasionen secuelas permanentes ni pérdida de visión”.

Por su parte, la víctima aseguró que desde el hecho vive amenazada: “Uno de ellos es hijo de un comisario”, dijo Soledad, aunque voceros del ministerio bonaerense informaron a este diario que se trata de un sobrino de un ex policía detenido por un asalto al Banco Boston de Pilar. Además explicaron que hay “dos personas identificadas e imputadas” y que para esos dos sospechosos la fiscal de Instrucción de Pilar María del Carmen Gigante pidió la detención al juez de Garantías de San Isidro, Rafael Sal Lari, quien denegó el pedido. “Se esperan los resultados de los exámenes químicos para que la Justicia acceda a los pedidos de detención”, apuntaron.

Según consta en la causa, tras el episodio la víctima comenzó a recibir mensajes de texto amenazantes en su teléfono celular, por alguien que se hizo pasar por su ex novio. La fiscal ordenó intervenir los teléfonos y se comprobó que los mensajes partieron de un celular de una mujer que vive en un country de Pilar, en cuya casa trabaja la madre de la víctima. La dueña del teléfono fue citada a declarar y negó haber enviado los mensajes.

Desde de que se hizo la denuncia, Soledad cuenta con custodia policial en la puerta de su casa. La joven fue recibida ayer por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, para “ayudar económicamente a la chica en la atención médica necesaria”.