Cansancio, pero no resignación. Ese es el tono que se nota en los vecinos de González Catán que ayer comenzaron un corte “por tiempo indefinido” en la ruta 3, a las puertas de un predio del Ceamse, para reclamar que se cumpla con lo ordenado por la Justicia en junio pasado: que el lugar deje de recibir basura y sea clausurado.

“Acá lo que pasa es que nos estamos muriendo. Nuestra exigencia es que los gobiernos municipal y bonaerense cumplan con lo que dictó la Justicia, es decir, asegurar que no entren más camiones para descargar residuos, que se provea de agua potable a toda la zona y se realice el saneamiento”, manifestó Celia Frutos, integrante de Vecinos Autoconvocados de González Catán.

En los terrenos de la polémica se levanta una montaña de treinta metros de basura. Los vecinos se interpusieron en el paso de los camiones que, pese a lo dictaminado, siguen descargando en el predio basura domiciliaria proveniente de los partidos de Morón, Ezeiza, Hurlingham, La Matanza, Almirante Brown y Esteban Echeverría.

Los vecinos atribuyen al relleno sanitario un aumento en la zona de los índices de enfermedades como leucemia, cáncer de piel, púrpura y diversos tipos de afecciones respiratorias, y por eso piden que el predio sea clausurado. “La polución que genera esto no afecta sólo nuestro barrio, sino que también llega a Laferrère y todos los alrededores”, denunció Lidia Rusillo, del Movimiento Teresa Vive, que también participó de la manifestación.

A partir de sus denuncias, el juez federal de La Matanza Juan Pablo Salas ordenó en junio último pericias en las napas del lugar y en efluentes del río Matanza que pasan cerca del relleno. El resultado fue contundente: el agua que llega a las canillas de la gente “no es apta para el consumo humano”.

“La pericia la efectuó Gendarmería Nacional y se detectaron metales contaminantes de todo tipo. Por eso también se ordenó que se nos provea de agua potable, pero todavía la estamos esperando”, sostuvo Frutos, que tras años de reclamos ya habla con la autoridad de una experta.