El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, propuso la creación de un código bioético que contemple la procreación artificial y la eutanasia. “Antes lo que uno hacía era en realidad acompañar al enfermo y lo que estaba buscando era una actitud humana, de no abandono. Hoy, en cambio, hacer todo lo que se puede por el enfermo, todo lo que tiene disponible el arsenal terapéutico, no sólo puede ser una cosa muy complicada para el propio enfermo, donde se pueden vulnerar sus derechos y dignidad, sino también un excelente negocio”, consideró el ministro. “Cuando pasa eso –consideró el funcionario–, tenemos que establecer un nuevo código que regule temas que fueron impensados hasta hace poco tiempo, como la procreación artificial y la eutanasia.”

González García realizó estas declaraciones en el marco del Primer Seminario Nacional de Etica en Políticas Públicas e Investigación en Salud, organizado por el Ministerio de Salud, con el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud.

Al respecto, el secretario de Políticas y Relaciones Sanitarias, Carlos Soratti, opinó que “en el ámbito del Ministerio de Salud se creó hace 10 años una comisión de bioética que hay que actualizar”. “Creemos que desde el Estado hay que dar respuesta a estos temas, porque la generación de nuevas tecnologías supera los marcos normativos anteriores”.

Respecto de la eutanasia –la suspensión o retiro de soporte vital o asistencia farmacológica a pacientes terminales–, Soratti indicó que “no proponemos nada en particular, pero creemos que es un tema que merece debatirse”. La eutanasia, o el llamado “derecho a morir con dignidad”, que es legal sólo en Holanda y Bélgica, “es un tema de alta complejidad en el mundo, que enfrenta problemas éticos y legales, pero debe ser discutido”, concluyó.

Por su lado, Rubén Revello, coordinador del Instituto de Bioética de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina (UCA), aseguró que “la Iglesia trata ambos temas en su reflexión pastoral”. Revello consideró que la institución “advierte sobre la manipulación a la que puede dar lugar una mentalidad que ve en la ciencia médica un negocio antes que un servicio humanitario de solidaridad y amor”.

Asimismo Revello señaló que “esa reflexión, sin embargo, no significa estar a favor de la muerte anticipada, la eutanasia, ni de la manipulación a la que pueden ser sometidos los niños por nacer. Ambos actos son contrarios a la dignidad humana, a los derechos del hombre y a la ley vigente en nuestro país”.