A diecinueve llegó ayer el número de muertes como consecuencia de tornados en Estados Unidos, según confirmó la Casa Blanca. Entre los fallecidos hay una niña de Missouri, mientras que de los restantes dieciocho, trece murieron cuando se derrumbó el techo del colegio en el que estaban, en Alabama. “Hay una devastación completa. Es una verdadera tragedia”, describió el sheriff Russell Thomas, del pueblo de Enterprise.