La imagen de su pelo rubio y lacio, en todas las estaciones de ómnibus de Europa. Y las fotos de su carita redonda, en los aeropuertos de todo el Viejo Continente. Con acciones como ésas, la campaña de búsqueda de la niña inglesa Madeleine McCaan comienza hoy a transformarse en continental y traspasar así los límites del Reino Unido y Portugal, con la colaboración de empresas de transporte. La nena desapareció el pasado 3 de mayo en Praia Da Luz, 300 kilómetros al sur de la capital portuguesa, donde veraneaba junto a sus padres y sus hermanos. Cumplió los cuatro años la semana pasada.

National Express, la mayor compañía británica de ómnibus, distribuirá retratos de Maddie en las estaciones de los 27 países de la red Eurolines, que comunica más de mil ciudades europeas. En el mismo sentido, la empresa BAA, que administra los principales aeropuertos de Inglaterra, difundirá la imagen de la niña a través de carteles en las aeroestaciones de todo el Reino Unido. Lo propio realizarán varias firmas petrolíferas en las estaciones de servicio. El padre de Madeleine, Garry McCaan, volvió ayer a su país por primera vez desde la desaparición de su hija, para coordinar desde allí la campaña continental de búsqueda.

Estas medidas se suman a la proyección de un clip de Madeleine el sábado, en el nuevo estadio Wembley, en la previa de la final de la Copa de Inglaterra que disputaron el Chelsea y el Manchester. Ese encuentro tuvo una audiencia televisiva de unas 500 millones de personas, y la canción del video era “No te olvides de mí”, de Simple Minds.

“No dejaremos ni una piedra sin levantar” y “si es necesario, extenderemos la campaña a nivel mundial” aseguraron los padres de la nena, Gerry y Kate. En la práctica, lo último ya está hecho. Las dos páginas web que ya existen sobre Maddie www.bringmadeleinehome.com y www.findmadeleine.com–- recibieron hasta el momento más de 65 millones de visitas, de las que se originaron 25 mil mensajes de apoyo, provenientes de toda Europa, Estados Unidos y Australia. Además, a través de ellas ya se llevan recaudadas 73 mil libras para el fondo de ayuda.

La extensión y difusión que logró la campaña también se vio reflejada en el hecho de que la escritora de la exitosa saga Harry Potter, J. K. Rowling, se sumó a la iniciativa que llevan adelante diversas personalidades de Gran Bretaña, que consiste en ofrecer recompensas por datos sobre el paradero de la niña. Si se suman todas esas gratificaciones, la cifra llega a los 4,5 millones de euros.

A la investigación policial se dedican unos 200 agentes portugueses, con la ayuda de media docena de inspectores de Scotland Yard, la policía inglesa de investigaciones. No obstante, 18 días después de la desaparición de Maddie no hay pistas concretas sobre qué fue lo que ocurrió con ella. De hecho, todavía no lograron descartar ninguna de las tres líneas de hipótesis que toman en cuenta desde el principio: que fue secuestrada por una red de pedofilia y llevada a España, que la raptaron como parte de una venganza contra su familia, y que fue tomada cautiva por un empleado del Ocean Club, el hotel donde estaba cuando desapareció.

La policía judicial portuguesa interrogó como sospechosos durante la última semana a dos habitantes de Praia da Luz, un inglés de 33 años llamado Robert Murat y un ruso de 22, de nombre Serguei Malinka. Aunque no tiene pruebas concluyentes en su contra y por eso no los pudo detener, sí tiene el dato de que el ruso llamó dos veces al británico durante la noche de la desaparición de la niña. Además, los investigadores reciben diariamente llamados de testigos que creen haber visto a Madeleine, aunque todavía ninguno brindó pistas sólidas.