La muerte se cruzó en el cíber Coffee, anticipada y por partida doble. Ayer, minutos antes de las 5 de la mañana, el local de la avenida Corrientes 3853, un bar con locutorio y pantallas de Internet, en el corazón del barrio de Almagro, fue asaltado por dos jóvenes. Un agente de la comisaría 9ª que se encontraba en el lugar se enfrentó con el dúo a los tiros. Uno de los asaltantes recibió un impacto en el rostro y el policía fue herido en una pierna. Los asaltantes huyeron por la vidriera del local que quedó totalmente destruida, dejando un reguero de sangre. En el intercambio de disparos, un comerciante que se encontraba desayunando en una de las mesas del bar recibió uno o dos disparos en la espalda y falleció minutos más tarde. El delincuente herido logró llegar a la esquina de Bulnes y Corrientes, donde cayó muerto. Las pericias balísticas determinarán la responsabilidad por la muerte del comerciante.

El cíber café está ubicado entre Salguero y Bulnes, barrio de Almagro, y permanece abierto las 24 horas. El frente es amplio y abierto en una gran vidriera dividida en dos por la puerta de ingreso. Desde afuera se pueden ver, al frente del local y a ambos lados del ingreso, las mesas del bar. Contra la medianera izquierda, mirando de frente al café, hay una serie de cabinas telefónicas, seguidas por la caja, ubicada detrás de una barra. Al fondo, más allá de la barra, se despliega una treintena de mesas con sus respectivas PC para conexión a Internet. A las 5 de la mañana la concurrencia al local era exigua. El azar hizo que en lo exiguo hubiera un policía de la 9ª conversando en el locutorio y un desafortunado comerciante, Alberto Pereyra, de 56 años, aparentemente desayunando, aunque la información es soltada con goteo.

Dos jóvenes entraron poco antes de las 5. Según una versión se dirigieron directamente a la caja. Según otra, ya estaban sentados simulando ser clientes aunque, en ese caso, no es clara la ubicación. El agente descubrió el intento de asalto. Según una versión se dio a conocer, le dispararon y respondió al fuego. Según otra, había disparado primero.

Lo cierto es que uno de los asaltantes, aparentemente armado con una pistola Magnum .357, recibió un balazo en el rostro durante el intercambio de disparos, mientras que el policía fue herido en una pierna. Los dos delincuentes huyeron a través de la vidriera destrozada por los tiros. El encargado de un kiosco ubicado al lado del cíber café aseguró haber escuchado “entre diez y once tiros. Después salió uno de los tipos con la cara ensangrentada. Salí a ver dónde se iba y vi que se cayó en la esquina de Bulnes”. Según una versión, habían llegado en un Corsa gris que quedó detenido en la esquina de Bulnes y que aparentemente pertenecería al delincuente que cayó muerto. Según la policía, se trata de un joven de 23 años, de nacionalidad uruguaya.

En el intercambio de disparos, Pereyra recibió uno o dos en la espalda y cayó muerto. Las pericias determinarán quién le provocó la muerte. Un joven de 25 años que quedó encerrado en medio de los tiros, se desvaneció del susto pero luego fue atendido y dado de alta.