El abogado penalista de 47 años Cristian Vázquez es buscado intensamente luego de que su casa de Monte Grande fue prácticamente arrasada por desconocidos. La policía sospecha que Vázquez fue secuestrado porque trabaja con “clientes pesados” y se teme que se trate de un ajuste de cuentas.

Según fuentes policiales, Vázquez habría sido raptado de su domicilio de la calle Ocantos 92, departamento 5, donde se encontró un proyectil calibre .40. Los investigadores creen que el abogado fue secuestrado en la noche del martes pasado, mientras su hijo de 17 años dormía en una habitación contigua. El hecho, sin embargo, fue denunciado un día después, en la seccional 1ª de Esteban Echeverría.

Vázquez fue visto por última vez en la noche del mismo martes, cuando tomaba café con un amigo identificado como Carmelo Mafiglia-cchio en el bar de una estación de servicio, antes de regresar hacia su casa en su Volkswagen Bora negro de vidrios polarizados, que por ahora está también desaparecido. Durante esa noche, el abogado llegó a comunicarse desde su celular con su hijo para avisarle que regresaba a la casa después de tomar el café con Mafigliacchio. Según la policía, el chico se fue a dormir y al levantarse al día siguiente encontró toda la casa desordenada y el manojo de llaves colocado en la puerta. Lo que le llamó la atención al adolescente fue que al revisar la vivienda no encontró a su padre ni su auto, por lo que resolvió, junto a su madre, dar aviso a la policía.

De todos modos, la denuncia la terminó presentando un hermano del abogado, Velmar Vázquez. Los vecinos dijeron a la policía que durante la noche escucharon ruidos extraños provenientes de la casa de Vázquez.

Las sospechas policiales apuntan a que el hecho puede estar vinculado a un conflicto familiar o bien a algún problema relacionado con su trabajo como abogado de grupos de delincuentes imputados en casos de piratería del asfalto. Tampoco descartaban un episodio vinculado a un robo, ya que algunos testigos apuntaron que el abogado había cobrado una suma de dinero el mismo día en que fue visto por última vez.

El hijo declaró a la policía que durante la noche no escuchó nada y que le llamó la atención que el piso del living se hallara astillado. La policía comprobó luego que las astillas habían sido provocadas por un balazo calibre .40, cuyo proyectil fue encontrado en el lugar. La familia sospecha que pudo haberle pasado algo grave relacionado con su trabajo.