Los porteños ya tienen un compromiso que agendar para el 10 de agosto de 2008: ese día tendrán que pasar por el cuarto oscuro para elegir a las autoridades de las quince comunas en que fue dividida política y administrativamente la ciudad de Buenos Aires. Así lo dispuso ayer la Legislatura, tras un debate que mostró al macrismo en contra de un llamado a elecciones que reclamaba en los días en que gobernar el distrito no figuraba en los planes inmediatos de Mauricio Macri.

La descentralización de la ciudad en comunas es una deuda pendiente desde el 1º de octubre de 2001, fecha que la Constitución porteña establecía como límite para su entrada en funcionamiento. La Legislatura la saldó ahora en forma definitiva –la división del distrito en quince unidades políticas y administrativas estaba aprobada desde hacía dos años– al fijar la elección de las autoridades comunales para el 10 de agosto del año que viene. Quienes sean elegidos ese día asumirán sus funciones el 1º de septiembre de 2008.

La convocatoria a elecciones fue aprobada en una sesión especial que concluyó con una ajustada votación en la que el kirchnerismo, la Coalición Cívica, los telermanistas, los socialistas y otros partidos de izquierda terminaron alineados en contra del macrismo. O sea: muchos de los que, siendo oficialistas no querían llamar a votar para no ceder parte de su poder, aportaron ahora a los 30 votos favorables; y quienes siendo opositores pedían que se eligiera comuneros, sumaron 15 abstenciones.

Esta vez el argumento en contra del llamado a elecciones fue que “fijar una fecha electoral, incumpliendo la ley y sin saber siquiera si se ajustan los tiempos para contar con los padrones es como mínimo desprolijo”. Así lo expuso el macrista Rodrigo Herrera Bravo, quien en su momento acompañó al ahora ministro de Descentralización porteño, Roy Cortina, en la redacción de la ley de comunas. Y Cortina le respondió que “no hay más excusas; la transición ya está cumplida y el Ejecutivo ya hizo lo elemental para poder realizar las elecciones”.

No fue el único que replicó a los macristas, que en verdad quieren reducir a ocho el número de comunas. Fernando Melillo le pidió al macrismo que “sea coherente con lo que ha prometido durante la campaña electoral” e ironizó: “Va estar bueno Buenos Aires con comunas”.