Un hombre permanecía anoche desaparecido en el río Paraná, después de que la canoa en que navegaba fue arrastrada por el temporal que afectó el sábado, Rosario. Otro, golpeado en el tórax por un trozo de madera llevado por el viento a cien kilómetros por hora, se hallaba en grave estado. Veinte mil personas llegaron a estar sin luz, y las comunicaciones por celular y las trasmisiones de televisión de aire se interrumpieron por la caída de antenas trasmisoras.

A las 20.30 del sábado, Gabriel Neuman navegaba en una canoa con otras dos personas, cuando el oleaje causado por la tormenta hizo que la embarcación diera una vuelta de campana; sus acompañantes fueron rescatados por otra embarcación, que no pudo llegar hasta Neuman, quien anoche era buscado por dos guardacostas de Prefectura.

El hombre que sufrió el impacto del madero en el tórax, mientras caminaba por el parque Sunchales, se llama Carlos Santamarina y permanece en estado “delicado” en el Hospital Centenario. En Córdoba y Entre Ríos, un baño químico se elevó por el aire y, al destrozar una vidriera, causó lesiones menores a un hombre. Del techo metálico de un centro comercial en la calle Córdoba, pleno centro de Rosario, se desprendieron vigas y chapas: el riesgo obligó a cercar la cercana plaza Pringles.

Las ráfagas, que llegaron a 110 kilómetros por hora, destruyeron 24 líneas de media tensión: 20.000 usuarios llegaron a estar sin luz. Anoche, sólo algunas manzanas seguían sin electricidad. También cayeron las antenas de Telecom y CTI, así como las de los canales de aire 3 y 5, que dejaron de transmitir en el acto. En Arroyo Seco, la antena de la FM de la iglesia La Asunción cayó sobre el techo del templo.