Miércoles, 14 de noviembre de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › REUNION CIENTIFICA MUNDIAL POR EL CAMBIO CLIMATICO
El informe de los científicos de la ONU reunidos en España dejará el problema en manos de los políticos. Delegados de los gobiernos de 130 países analizan un texto de consenso.
Por Rafael Méndez y Sara Velert *
desde Valencia
Los científicos han hablado y han dejado el cambio climático visto para sentencia. Ellos no tienen dudas de que está causado por el hombre –así lo pone de manifiesto el informe final que el grupo de la ONU ultima desde el lunes en Valencia– y ahora les toca a los políticos actuar. No hacer nada “sería criminal”, según Naciones Unidas, pero nadie será juzgado por ello. No habrá excusas, porque el texto es contundente y plantea medidas radicales. Aun así, los gobiernos comenzaron el lunes a debatir el texto palabra por palabra.
Los delegados de los gobiernos llegaron, se alegraron con el buen tiempo de Valencia y se acomodaron en la Ciudad de las Artes. Situadas por orden alfabético, las delegaciones fueron ocupando sus puestos. Sudán era un solo señor, Sudáfrica varios y Estados Unidos cinco o seis. Mientras desplegaban sus computadoras portátiles, escucharon con cortés atención la hora larga de protocolares discursos y cuando las autoridades salieron, comenzó la faena: discutir línea por línea el último informe de síntesis del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU.
La discusión comenzó a la una y a las seis y cuarto, más de cinco horas después, los progresos eran notables: los delegados habían pactado el texto de dos páginas. “Ha habido una discusión de más de una hora sobre si en la segunda página, donde dice cambios en el hielo y la lluvia debía decir reducciones”, explicó uno de los presentes. Al final, dejaron “cambios”, que era el texto redactado por los científicos. La segunda página es en realidad un gran gráfico, así que no hubo mucho que debatir.
¿Qué tiene este informe para que 450 adultos de más 130 países se enzarcen palabra por palabra sobre su contenido? En teoría, no es una gran novedad en los datos, ya que sintetiza los informes previos que el IPCC ha aprobado este año. Esos informes, que han disipado finalmente las dudas sobre la actividad del hombre tras el calentamiento de la Tierra y que le han supuesto el premio Nobel de la Paz, están colgados en Internet y son conocidos.
Eso, en teoría. Pero en la práctica este es el texto que durante los próximos años marcará la agenda política sobre el cambio climático, la referencia mundial sobre el estado de la cuestión, el documento por el que los países han retrasado la crucial cumbre de Bali para comenzar a acordar un acuerdo que sustituya al protocolo de Kioto. Y ahí, cada palabra sí es importante.
España ha presentado una enmienda denunciando que “este borrador es más suave que el anterior”, especialmente en la predicción sobre cómo será el clima en el futuro y los impactos del cambio climático. Estados Unidos da una de cal y otra de arena: aunque en general “aplaude los esfuerzos del informe de síntesis, considera que no refleja una síntesis equilibrada” de los hallazgos. La administración de Bush ya no es lo que era.
El Reino Unido pide que se introduzcan más datos sobre la preocupante pérdida de permafrost (la capa de hielo permanente del suelo de la tundra) y critica que no mencione que los océanos se están acidificando, lo que reduce su capacidad para absorber CO2. Nueva Zelanda hace correcciones de estilo y señala las comas que están de más en el texto.
Pero aunque el texto puede cambiar sus matices, el fondo ya está claro. El calentamiento global es “inequívoco” y ciertos impactos del cambio climático ya no podrán evitarse en este siglo. La temperatura subirá entre 1,8 y 4 grados centígrados a finales de siglo; el mar subirá entre 18 centímetros y 59 centímetros y un 20 por ciento de las especies se verán abocadas a la extinción.
El informe inicial (y los 22 folios del borrador del texto de síntesis) destaca que “11 de los últimos 12 años (entre 1995 y 2006) están entre los más calurosos en las estadísticas de temperatura desde 1850”, que “los datos de satélite desde 1978 muestran que el hielo ártico se ha reducido entre un 2,7 y un 3,3 por ciento por década” y que en los últimos 100 años la temperatura ha subido 0,74 grado.
Y lo más importante: “La mayoría del aumento de temperatura observada mundialmente desde mediados del siglo XX es muy probablemente (esto implica más de un 90 por ciento de probabilidades) debido al incremento observado de la concentración de gases de efecto invernadero antropogénico”.
Eso significa, como explicó el secretario ejecutivo de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, que “ya no hay lugar para el escepticismo. Las dudas se han desvanecido. El calentamiento es un hecho y está causado por el hombre. Ahora toca actuar”.
El informe ha sido realizado con colaboración de más de 2500 científicos, los mejores de cada campo, y ahora los delegados de los gobiernos lo discuten para hacerlo suyo. En la reunión, que se celebra a puerta cerrada, hay presentes ONG como WWF/Adena, Greenpeace o Greenfacts, dispuestas a denunciar cualquier rebaja.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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