Ya lo había sugerido el intendente Carlos Felpeto al anunciar a los integrantes de la Convención Constituyente de Villa Carlos Paz. “Serán los convencionales quienes tengan la tarea de plasmar una Carta Orgánica que exprese los valores democráticos y pluralistas de nuestro pueblo”, dijo el mandatario sobre el debate que consolidará la autonomía de ese municipio. Y fue uno de ellos, el radical Alberto Del Cura, quien impulsó la inclusión de la unión civil para personas de igual o distinto sexo. “Es un pronunciamiento diferente, porque no es una ley, se pone en la Constitución”, apuntó César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), quien destacó que “la iniciativa partió de los políticos, lo que habla de la conciencia que se está generando sobre los derechos de gays, lesbianas y travestis”.

El tema fue incluido por la Comisión de Declaraciones, Propósitos y Políticas Especiales de esta asamblea, que viene reuniéndose hace cinco meses, y fue pedido por varias personas de la comunidad a Del Cura. “Yo solicité que no se votara por bloque, sino a conciencia, porque son temas muy particulares en los que se introdujeron algunas cuestiones religiosas, algunas de familia, pero por suerte primó un sentido común, de anticipación a los hechos que van a dar cambios en el país”, comentó este constituyente radical sobre la sesión que terminó en la madrugada de ayer, con doce votos a favor y seis en contra. Los detractores fueron “dos peronistas, dos radicales y dos del ARI”, aclaró Del Cura, quien se inspiró en proyectos similares aprobados en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Río Negro.

“Sólo hemos tenido quejas de algunos que no quisieron que venga gente de otros lados a realizar su unión acá, pero cuando les explicamos que deben tener cinco años de residencia en la ciudad como requisito indispensable, lo aceptan”, contó Del Cura, que concedió esta restricción “para evitar que esto se convierta en una ciudad como Las Vegas, en un circo”. También hubo una queja escrita presentada por una iglesia evangélica, cuyos mentores pregonaron una muerte inminente “como castigo divino” a los impulsores de esta medida.

Una vez reglamentada la norma, quienes ingresen al registro podrán, por ejemplo, visitar a sus parejas dentro de terapia intensiva, tener como bien de familia una propiedad, obtener el reconocimiento para ser beneficiarios en algunos seguros “y un montón de derechos que no están reconocidos y de los que debe disponer cualquier persona”, agregó Del Cura. El martes que viene, cuando se apruebe la nueva Carta Orgánica, el Concejo Deliberante quedará habilitado para avanzar en la reglamentación de la medida y podrá otorgar certificados de convivencia a quienes cumplan con los requisitos.

“Esta noticia demuestra el efecto dominó que tiene la ley que promulgamos en la Capital Federal”, evaluó César Cigliutti en referencia a la unión civil porteña vigente desde el 13 de diciembre de 2002, que convirtió a esta ciudad en la primera de América latina en contar con una figura que legaliza la relación entre parejas gay. Mientras tanto, ya hay iniciativas similares en La Pampa, Mendoza y Neuquén.