“Hay una bomba en el colegio. Pronto todos a correr. Falsa alarma en el colegio. El cuadro de Sarmiento tirado en el suelo. Pronto, todos a su lugar, la bomba era un invento.” Así, como en el tema de Attaque 77, una y otra vez se repite la situación en la Escuela Normal Superior Nº 1 Presidente Roque Sáenz Peña. “En casi un mes recibimos 32 amenazas de bomba, por lo tanto, 32 veces evacuamos el colegio con todo lo que esto implica, como pérdidas de horas de cursadas y estrés en los chicos y los docentes”, se quejó, consultado por Página/12, Gustavo Zorzoli, vicerrector de la institución. Ayer, cerca de las 16, una nueva amenaza de bomba obligó a desalojar el establecimiento. Frente a ello, los alumnos del nivel primario fueron autorizados por la Dirección de Educación Superior del Ministerio de Educación porteño, en consenso con las autoridades del colegio, a no asistir a clases la próxima semana sin que se le compute la inasistencia. La medida generó la oposición de algunos padres de los alumnos.

“Es como el cuento del lobo: ahí viene el lobo, pero no viene”, comentó Zorzoli. Desde la cartera educativa se diagramó un programa especial por el cual se les dará a los estudiantes un cuadernillo con actividades para que las efectúen en sus casas. Ayer se repartieron unos 700 cuadernillos. “Se trata de una medida de emergencia ante el miedo que manifestaron algunos padres por las constantes evacuaciones, en particular en los chicos que cursan el nivel primario e inicial”, explicó Andrea Alliaud, titular de la Dirección de Educación Superior.

Además, la funcionaria descartó que por el momento se analice finalizar por anticipado el ciclo lectivo. Para evaluar el panorama, la investigación judicial y si es necesario prolongar la medida o no, autoridades de la cartera educativa y del colegio se reunirán el próximo viernes. “Ojalá cesen las llamadas”, rogó Zorzoli.

Con la consigna “No nos dejemos ganar por las amenazas de bomba. Continuidad de las clases hasta el 14 de diciembre. Exijamos una solución inmediata a los funcionarios”, algunos padres de los alumnos realizarán un encuentro el lunes, a las 8.30, en el establecimiento, ubicado en avenida Córdoba y Ayacucho. A ese lugar llegó ayer de nuevo una dotación de la División de Explosivos de los Bomberos de la Policía Federal, y efectivos de la comisaría 19ª.

“Convocamos a una reunión de padres con corte de calle, para reiterar el pedido de que las autoridades se hagan cargo de la situación y para impedir que se declare el cese anticipado del ciclo lectivo”, señaló el padre de unas alumnas.

Las amenazas de bomba empezaron el 24 de octubre. “Esto nos genera varios problemas, uno de los cuales es la liviandad con que los chicos afrontan ahora las evacuaciones. ‘Estamos en una prueba, no podemos salir’, dicen los alumnos”, contó Zorzoli. Asimismo provoca la suspensión del dictado de clases, señaló el vicerrector.

El establecimiento, al que asisten 2500 alumnos, se suma a las amenazas que se vienen repitiendo en otros colegios porteños, como “el Normal Nº 4, el Normal Nº 6 y el Normal Nº 9”, precisó Alliaud.

Las llamadas con las advertencias de bomba al colegio son investigadas por los jueces federales Adolfo Canicoba Corral y Norberto Oyarbide. Aún no hay sospechosos. “Falta voluntad de la Justicia para investigar quién llama, porque no creo que si alguien llama reiteradamente a la Casa Rosada amenazando con que hay una bomba allí, no encuentren a quién las realiza en el corto plazo”, consideró el vicerrector de la institución, que alberga un jardín, una escuela primaria, un secundario y un profesorado.

Informe: Esteban Vera.