Un pescador y algunos vecinos de la Caleta Córdova, en el norte de Comodoro Rivadavia, Chubut, divisaron en la tarde del miércoles, en el mar, una inmensa mancha de petróleo –estimada en un diámetro de alrededor de cuatro kilómetros– que se acercaba a las playas de la localidad. A la noche de ese día efectivamente llegó. Peces, aves y moluscos sufrieron sus consecuencias. El gobierno de Chubut y la Justicia Federal investigan el origen del derrame de petróleo, que en principio apunta a un buque cisterna que habría cargado combustible en la monoboya petrolera de Caleta Olivares y que opera la empresa Termap. Algunas versiones señalan que se trató de la embarcación“ Presidente Illia”.

“Aparentemente el accidente data de tres o cuatro días. Y si hubiese sido informado en tiempo y forma a lo mejor no habría llegado a la costa”, sostuvo en conferencia de prensa Mónica Raimudo, ministra de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Chubut. Además, señaló que se están utilizando imágenes satelitales “a fin de detectar y ver quién es el responsable”.

Asimismo, la ministra dijo que si la pérdida se produjo en alguna nave de carga “el barco debería informar, es lo que corresponde, y no fue informado. Generalmente, todas las empresas trabajan con imágenes satelitales, por lo cual creemos que debería haber sido detectado antes el derrame”. Allí funciona una terminal portuaria por la cual se exportan más de cinco millones de metros cúbicos de hidrocarburos. “A pesar de que se efectuó una inspección aérea y de que se revisaron los cascos de los buques amarrados en el puerto, no pudo establecerse aún el origen o causas del derrame”, informaron fuentes de la cartera de Medio Ambiente de esa provincia.

En tanto, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación conformó un comité de crisis junto con el gobierno de la provincia y la Prefectura Naval para evaluar y mitigar los daños ecológicos provocados por el petróleo. Además, envió equipos de trabajo para “evaluar, controlar y remediar” el impacto ambiental. Ayer, trabajaban en la costa voluntarios de la Fundación Patagonia Natural para tratar de rescatar a los animales y evitar la expansión de la mancha negra.