Al menos 110 personas fueron atendidas entre la noche del lunes y la mañana de ayer en hospitales porteños por casos de lesiones por el uso de pirotecnia o descorches durante los festejos de Año Nuevo. Otras doce recibieron asistencia en el Instituto del Quemado cordobés, veinte en Jujuy y cinco mayores y ocho chicos en Mar del Plata. En total fueron al menos 155 heridos en el país, de los cuales 37 son menores de 15 años. Dos nenes perdieron parte de su mano y una beba de siete días tiene quemaduras en la cara porque una cañita voladora se coló en su pieza mientras dormía. Se atendió más gente que en Navidad, pero menos que el anterior fin de año.

En la guardia del hospital oftalmológico porteño Pedro Lagleyze fueron atendidos 19 heridos por pirotecnia, once por descorches, uno por un accidente automovilístico y cuatro por peleas familiares y callejeras. De los 35 casos, cuatro son de chicos menores de diez años. Según indicó a Página/12 el médico de guardia Sebastián Kurlat, “se atendió a un hombre que antes había perdido un ojo y recibió un fuerte corchazo en el otro”, que fue derivado. Kurlat explicó que la cifra de atendidos “fue similar” a la del Año Nuevo anterior, pero “mayor” que la de Navidad 2007.

El Hospital Oftalmológico Santa Lucía atendió 48 personas en su guardia: 31 lesiones por pirotecnia, diez por descorches y siete por accidentes de tránsito o riñas. Más de la mitad, 25 casos, son de chicos menores de 15 años. Tres de los atendidos fueron intervenidos quirúrgicamente por daños oculares graves provocados por el estallido de pirotecnia colocada en botellas de vidrio, y se asistió también a una beba de una semana de vida que sufrió quemaduras en su cara cuando una cañita voladora entró por la ventana de su pieza mientras dormía, explicaron voceros de ese nosocomio.

El Instituto del Quemado de la Ciudad de Buenos Aires asistió 19 casos, según fuentes de ese centro sanitario “un número inferior al registrado el año pasado”. La jefa de guardia, Miriam Miño, interpretó la reducción como “consecuencia de las campañas de prevención”. La mayoría de los casos allí atendidos fue por quemaduras en la preparación de las comidas para el festejo o el estallido de calefones, y no hubo casos graves. En tanto que otros heridos fueron atendidos a causa de quemaduras provocadas al tocar rejas o al pisar descalzos el asfalto, unas y otros ardientes por los 38,4º de anteayer.

En Córdoba, los heridos por mal uso de pirotecnia fueron al menos una docena: “Seis hombres, una mujer y cinco niños”, según especificó el jefe de guardia del Instituto del Quemado cordobés, Alejandro Castro. Los más chicos fueron derivados al Hospital de Niños. “Casi todos los casos estuvieron provocados por mal uso de fuegos de artificio, aunque de gravedad no atendimos a nadie y a los heridos leves se les realizaron todas las curaciones”, agregó Castro.

En la capital de Jujuy, veinte personas sufrieron heridas, entre ellas un nene que perdió una falange de su mano derecha. Otros tres chicos de entre seis y ocho años se atendieron en el Hospital de Niños. Y los 16 casos restantes se atendieron en el Hospital Pablo Soria por quemaduras provocadas por pirotecnia que no alcanzaron a ser de gravedad. Fue internado, además, un hombre que sufrió un accidente automovilístico.

Si bien en Mar del Plata se registraron menos heridos que el año anterior, el Hospital Interzonal de Agudos asistió a cuatro heridos de arma de fuego, ninguno de gravedad, y a dos heridos leves por pirotecnia. El Hospital Materno Infantil atendió a ocho nenes con lesiones de fuegos de artificio, de los cuales uno fue internado y se le amputó una falange de su mano derecha.

Por otra parte, un hombre falleció en una estación de servicio de Flores al electrocutarse cuando abrió un freezer que guardaba el hielo buscado para la cena de fin de año. Un niño murió por una bala perdida cuando estaba en una pileta en Bernal. Y un depósito de cartones de Campana se incendió, sin causar víctimas, por una cañita voladora que cayó en el techo del galpón.