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Una voz melosa se escucha en su contestador automático. Es la suya. Zulma Faiad se aviene, amable, a una charla con PáginaI12. Su hija, Eleonora Guerrero, ha salido vía e-mail a contestar las cadenas de correos electrónicos que empezaron a circular en contra de su designación en listas que integran referentes de organizaciones de mujeres. Y ella, dice, se siente respaldada, al menos, por su familia. “Estoy contenta con el cargo. No soy psicóloga, no soy licenciada, no soy abogada. Tengo seminarios hechos. El otro día vi la película de Erin Brockovich, ella fue un ejemplo de servicios”, dice para señalar qué imagen la guiará en su flamante función al frente del Centro Municipal de la Mujer de Vicente López, un organismo de extensa trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres. La ex vedette, que también fue candidata –casi sin votos– a diputada en 2005, anuncia que su gestión apuntará a promover “acciones y servicios específicos relacionados con el buen vivir de las mujeres.”

–¿Qué les responde a quiénes critican su nombramiento?

–Cuando hablan de feminismo, están hablando de derechos de las mujeres. Con tanta injuria, ¿dónde quedan mis derechos? Porque estoy siendo discriminada.

–¿Cuáles son sus credenciales para ocupar el cargo?

–Títulos, no tengo. Cumplí veinte años como comunicadora en los medios. Desde la radio –en Radio Nacional tuve diez años un programa– me conecté con el tema de las mujeres golpeadas, violadas, de los indios del Chaco, de los chicos de la calle. Estuve en esto porque siempre fui una mujer muy inquieta.

Actualmente tiene un programa en FM La Isla.

–¿Cuál será el eje de su gestión?

–Tenemos que construir un ámbito institucional dentro del gobierno municipal, con acciones y servicios específicos relacionados con el buen vivir de las mujeres, a través de buenos profesionales con sensibilidad para la tarea.

–¿Es feminista?

–Soy una mujer femenina. Defiendo los derechos de las mujeres como defiendo los de los seres humanos. Tengo dos nietos varones y me interesan sus derechos. No soy una mujer esclava del modelo patriarcal como están diciendo en e-mails que me atacan.

–¿Cuál es su sueldo?

–Si te digo que no sé lo que voy a ganar. No lo pregunté. Si me lo querés averiguar, decímelo por favor. Esta gestión tiene que ver con un reto. No hago lo que me gusta por plata. Mañana (por hoy) me van a hacer un piquete, por qué no me dejan de joder. Hace tres días que estoy sentada en un sillón.