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Hasta en la ciudad de La Falda, esa apacible villa turística cordobesa, se registran casos de brutalidad policial. El lunes último, un agente de esa seccional mató de un balazo a quemarropa, en una situación confusa, a un chico de 20 años que estaba desarmado. Y luego, personal de esa misma comisaría intentó individualizar a los periodistas locales que cubrieron el hecho, en un claro intento de intimidación. Ambas circunstancias derivaron en la remoción de la cúpula de la comisaría local, encabezada por el comisario Rubén Miguel Cáceres.
Por el homicidio del joven Maximiliano Romero, ocurrido el lunes, está detenido el oficial subayudante Carlos Romera. “Se ha relevado al comisario y al personal que actuó en la noche del lunes, todos están licenciados. En su reemplazo está a cargo un comisario de asuntos Internos”, informó José Olmos subjefe de la policía cordobesa, quien se solidarizó con los periodistas de La Falda.
Los trabajadores de prensa habían denunciado que se intentó requisar, sin orden judicial, grabaciones de testigos del hecho. El periodista Reynaldo Ciangarotti, de FM Patria, fue en rigor el primero en llegar al lugar del episodio, por lo que tenía grabaciones valiosas para la investigación. “Llegué a los dos minutos y le dije al oficial que mató al chico ‘¿Qué hiciste? ¡Mataste a una criatura!’. Eran “jóvenes que vendían pulseritas, que entran a un negocio, al llegar la Policía salieron corriendo y ahí se efectúa un disparo, que dicen fue accidental”, relató el cronista.