“Me quedo relativamente tranquilo porque creo en mi padre... hasta que la Justicia demuestre lo contrario.” Esta declaración filial fue enunciada ayer por el actor Mariano Martínez, con respecto a la detención de Ricardo Martínez, su progenitor, acusado de comercializar efedrina para la elaboración de drogas prohibidas. Entretanto, ayer se encontraron restos del celular de uno de los tres asesinados en General Rodríguez.

Ricardo “Ricky” Martínez fue detenido el jueves pasado por orden del juez Federico Faggionatto Márquez, a partir de un testimonio del cirujano plástico Gustavo Ricchiuto, según el cual Martínez habría provisto efedrina a Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, para que a su vez la vendieran a narcotraficantes mexicanos con destino a la elaboración de metaanfetaminas.

Ayer el joven actor Mariano Martínez afirmó que “en su momento le pregunté a mi papá, y él me dijo que era todo mentira y que con su estudio de abogados estaban tranquilos”. Agregó que, entonces, “me quedé relativamente tranquilo porque creo en mi papá, obviamente hasta que la Justicia demuestre lo contrario”.

“Mientras tanto –advirtió Mariano Martínez–, detrás de todo esto están mis hermanos chiquitos y toda mi familia, no yo solo; por eso, lo único que pido es que no se digan mentiras y tengan cuidado con lo que se dice.”

El juez Faggionatto Márquez señaló ayer que, además del testimonio de Ricchiuto, “Ricky Martínez tiene entrecruzamientos de llamados con Sebastián Forza y Martínez Espinoza”; este último es el presunto jefe de la banda de narcos mexicanos.

La causa por infracción a la ley de drogas se inició el 18 de julio, cuando fue allanado un laboratorio de producción de metaanfetaminas en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz; entonces fueron detenidos nueve mexicanos y el argentino Marcelo Tarzia. El 13 de agosto, Forza, Bina y Ferrón aparecieron fusilados en un descampado de General Rodríguez.

Ayer, cerca del lugar del crimen, se encontraron restos de la carcaza del celular de Leopoldo Bina; el viernes pasado se había encontrado un chip que presuntamente correspondería a ese mismo celular.