SOCIEDAD › PROPUESTA PARA EL CORRALITO DEL DUO LERRICK-MELTZER
Papeles bancarios por depósitos
Los economistas de la derecha republicana estadounidense Adam Lerrick y Allan Meltzer, que ganaron fama en la Argentina cuando el año pasado propusieron el “default constructivo” como instrumento para la renegociación de la deuda externa, formularon ahora una propuesta de igual simpleza para salir del corralito financiero: emitir una suerte de bono transferible sobre los depósitos indisponibles que, con garantía del Estado, pueda ser utilizado como medio de pago.
No se trata de una compleja operación de ingeniería financiera. Tampoco de un plan que requiera recursos adicionales, transferencias de impuestos o nuevos desembolsos del FMI. A tono con el espíritu práctico que se atribuye a los estadounidenses, los economistas del Centro Gailliot para la formulación de Políticas Públicas de la Universidad Carnegie Mellon propusieron un esquema simple para superar los problemas emergentes del corralito, aunque no para levantarlo.
En un artículo aparecido ayer en el diario londinense Financial Times sostuvieron que el instrumento para liberar de forma controlada los depósitos bancarios puede ser el uso de “recibos” canjeables con garantía del gobierno.
De acuerdo con lo expuesto por Lerrick, los límites impuestos a los depósitos representan “uno de los problemas centrales” heredados por el gobierno de Eduardo Duhalde. Puesto que en Argentina más de la mitad de las transacciones se realizan en efectivo, su falta se traduce directamente en una virtual paralización de la economía que “golpea sobre todo a los más pobres”.
Para superar esta situación, Lerrick y Meltzer sugirieron que los bancos emitan recibos de depósitos que puedan ser usados como medios de pagos. Para evitar que la fuga hacia la calidad provoque la caída de los bancos más débiles, los economistas dijeron que los “recibos” deberían contar con una garantía gubernamental.
De esta manera, esta simple alternativa restablecería de inmediato el grave problema de liquidez del sistema. Al mismo tiempo, “la inflación permanecería contenida ya que no se trataría de crear moneda inorgánica”. Es decir, el Estado no se vería obligado a emitir para restablecer la liquidez, pues el circulante sería el dinero que está atrapado en los bancos. Además, este mecanismo tendría la ventaja adicional que no requeriría de fondos adicionales para ser destinados al salvataje de los bancos en problemas.
El sistema de los recibos o bonos respaldados por los depósitos sería temporal: “hasta que se restablezca la confianza”, momento a partir del cual los recibos de depósitos “dejarían de ser relevantes”.