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La diócesis de Gregorio de Laferrere es relativamente nueva. Hasta el año pasado, este distrito estaba bajo la jurisdicción del Obispado de San Justo. Cuando se dispararon las denuncias, uno de los juzgados de Quilmes le envió allí un oficio preguntando por los antecedentes penales del cura Altgelt. El Obispado aseguró desconocerlos.
El Obispado de Laferrere, en tanto, conoció la situación a través de las denuncias de la Asociación. Durante algunas semanas, el sacerdote estuvo alejado de su comunidad pero luego volvió a instalarse en el ámbito de la Parroquia Cristo Rey, donde lleva adelante sus actividades. Ayer en el Obispado no respondieron a la consulta de este diario.
Cuando se conocieron las denuncias que pesan sobre Julio Grassi en la Fundación Felices Los Niños, uno de los sacerdotes consultados por este diario dijo: “El de Grassi es el más público y notorio, pero no es el único emergente de un fenómeno más profundo”. El caso de San Camilo es otro.