La clave de la prueba analizada por la Sala I de Casación se concentró en el minucioso despliegue que realizó el fiscal Diego Molina Pico sobre los horarios de la última hora de vida de María Marta, especialmente desde pasadas las 18.15. En la audiencia del 12 de junio de 2007, Molina Pico describió minuto a minuto el tramo más crítico del día del crimen y situó a Carrascosa dentro de la escena del asesinato. Agregó además varias llamadas telefónicas que fueron aportando voces, descripciones y un cuadro que, si se lo toma como cierto, es contundente. Fue lo que consideró como prueba Casación, que además cuestionó crudamente a los jueces del Tribunal 6 no haber hilvanado esas pruebas desde esa perspectiva.

El segmento horario, valorado como clave por Casación, fue el siguiente, tal como se describió en estas páginas aquella audiencia en la que Molina Pico desarrolló su alegato acusatorio:

La clave fue la primera llamada de Carrascosa a OSDE, a las 19.07 y 58 segundos. Esa llamada, peritada, dejó en evidencia la voz de Bártoli hablando por detrás con una mujer. Carrascosa sostiene que es la masajista Michelini. Con la minuciosidad de los horarios, Molina Pico demostró que no. “Partamos de dos hechos objetivos –sostuvo el fiscal en aquella ocasión–. El primero, la llamada de las 19.07, donde está Bártoli y una mujer. El segundo, la cámara de la guardia que muestra que el auto de Michelini, quien había llegado a las 18.57, ya no estaba en la guardia a las 18.59 y 25 segundos. Había quedado estacionado a unos 10 metros, mientras en la guardia ubicaban a María Marta o a Carrascosa.”

Lo que hizo Molina Pico fue tratar de aplicar acciones lógicas dentro de los 8.19 minutos que separan el momento en que Michelini ya no aparece en pantalla hasta el llamado de Carrascosa, que éste dijo haber hecho por “orden” de la masajista. Ocho minutos 19 segundos, de los que descontó los seis minutos de traslado hasta la puerta de la casa. “En 2.19 minutos tienen que haber sucedido las siguientes acciones”, señaló: 4 llamadas de la guardia a la casa (25 segundos cada una, 1.40 minuto); buscar a un vigilador por handy, 10 segundos; Ortiz, a 250 metros y a 12 kilómetros por hora, un minuto hasta que baja del auto; toca el timbre cinco veces, 50 segundos; llama a la guardia por handy y dice que no hay nadie, ocho segundos; ve llegar a Carrascosa (según Ortiz) y le pide permiso para Michelini, 10 segundos; llama a la guardia para avisar que tiene permiso, 8 segundos; Páez, en la guardia, da paso a Michelini, 10 segundos más: en total 4.16 minutos en lugar de los 2.19 con que se contaba. “Y falta todavía incluir que Michelini estaciona el auto en la puerta de la casa, baja un bolso, lo lleva hasta la puerta, vuelve a buscar la camilla, en ese momento le avisa Carrascosa desde la ventana, ‘suba Michelini, se accidentó María Marta’, sube corriendo, se encuentra con el cuadro, dice que llame a Bártoli, que tiene que ponerse los zapatos y llegar desde su casa rapidísimo a 400 metros, recién después llama Carrascosa a OSDE. Una persona de una velocidad anormal hubiera hecho todo esto en 8.11 minutos”.

A la minuciosidad se le agregó lo que revelaban las desgrabaciones de las llamadas. En una de ellas, Casación da por probado que se escuchaba decir “cerrá la puerta... Tocala... Tenela...”. En la otra queda ubicado en escena Guillermo Bártoli, cuando Casación valora la desgrabación de un llamado en el que a Carrascosa, mientras llama a la guardia, se lo escucha decir “...llermo”.