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En un año, la Argentina subió del puesto 36 al 22 en el ranking de países organizadores de reuniones y convenciones internacionales y se convirtió en el segundo país de América latina en ese rubro, después de Brasil. “Hemos superado a México y a nivel mundial, hemos avanzado 14 posiciones respecto de 2007”, destacó el secretario de Turismo, Enrique Meyer. El avance se produjo en el marco del Plan de Marketing de Turismo de Reuniones, que se puso en marcha hace dos años.

El plan tiene como objetivo posicionar al país como uno de los 15 principales destinos mundiales en el ranking internacional de sedes para la realización de congresos, convenciones, ferias y otros eventos de carácter internacional. Entre las metas a alcanzar en el 2011, se incluye el crecimiento del 35 por ciento anual sostenido de este tipo de turismo; ubicar a Buenos Aires en el “top ten” de ciudades sedes de reuniones –con un crecimiento del 22 por ciento anual–; y ubicar a dos ciudades del interior entre los puestos 40 y 50 del ranking mundial.

La promoción de este tipo de eventos internacionales tiene una razón de ser: el viajero asociado al turismo de reuniones “triplica el gasto del turista tradicional. Generalmente vienen acompañados de familiares y se quedan tres o cuatro días”, estimó Leonardo Boto, secretario ejecutivo del Instituto de Promoción Turística (Inprotur), organismo público no estatal encargado del plan estratégico de promoción. “El gasto promedio de un turista de convenciones o reuniones es de 538 dólares diarios –cuando se trata de turistas llegados de Estados Unidos o Europa– y se quedan en el país un promedio de entre tres y cuatro días”, destacó el funcionario. Este tipo de eventos, además, logra romper la estacionalidad de los destinos: la mayoría de los eventos se realiza en temporada baja: mayo, junio, septiembre y octubre.

El programa de promoción de eventos, presentado ayer ante la prensa, incluye el apoyo, asesoramiento y acompañamiento a organizaciones profesionales o corporativas para que propongan al país como sede de futuros encuentros. Como ejemplo, el país acaba de ser elegido sede de encuentros tan exóticos como el Congreso Mundial de Criadores de Búfalos, a realizarse en 2010. En febrero, por otra parte, Buenos Aires está entre las ternadas para ser sede de la próxima reunión del Comité Olímpico Internacional, en 2013, donde competirá con Filadelfia y Kuala Lumpur.

Uno de los límites para el desarrollo de este tipo de turismo es la falta de un centro de convenciones en la ciudad de Buenos Aires con capacidad para más de 4000 participantes. “Es una asignatura pendiente. Es una inversión que debe hacer el Estado, porque los beneficios por la presencia de tantos visitantes exceden a los organizadores y alcanzan a la economía de la ciudad”, destacó Fernando Gorvarán, presidente de la Asociación Argentina de Organizadores de Congresos (AOCA).

Entre las ventajas comparativas del país, se destacó “la percepción de Argentina como país seguro en el sentido de que no hay problemas de terrorismo, conflictos étnicos ni peligros sociales”, destacó Pablo Sismanian, del Inprotur. “Los robos de carteristas en la vía pública no afectan la asistencia a congresos, son fenómenos de todas las grandes ciudades”, aclaró.