Durante la jornada de ayer el juego urbano se complicó. De lugares culturales y calles plagadas de personas, las cámaras comenzaron a enfocar una geografía de monte espeso y pueblos pequeños.

Sin mediar desayuno alguno, la mañana comenzó para los competidores con un entrenamiento militar en la base Belgrano. Poco más de cinco horas les llevó a los 16 participantes, que aún estaban en carrera, recorrer los casi 40 kilómetros de pruebas: rappel, nado en el río, tiro al blanco.

Después, fue el momento de los pueblos. En la capital salteña del tabaco (Chicoana), tuvieron que lanzar sogas mientras cabalgaban y, una vez terminada la prueba, comer tamales preparados por la ganadora nacional de esa comida salteña: doña Julia Otamendi. Por la tarde y en bicicleta, los competidores chase pasaron por la capital del Carnaval (Cerrillos), de las flores (La Merced) y del perro pila (Coronel Moldes).