SOCIEDAD
Los otros dos casos
El caso de coimas que empaña la imagen del juez Juan José Mahdjoubian podría calificarse como un clásico si se toman las opiniones de los abogados de los grandes estudios que se jactan de conocer el paño de la Justicia penal. Es, con algunas diferencias, algo parecido a lo que se les imputa a otros dos jueces. La semana pasada fue el turno del camarista federal Juan María Torino. Un narco lo acusó de haberle pedido a su familia alrededor de 200 mil dólares para mejorar su situación procesal. El próximo martes, el pleno de la Comisión de Acusaciones del Consejo de la Magistratura, además de tratar estos dos temas, deberá interrogar al juez en lo criminal Alberto Murature, con despacho próximo al de Mahdjoubian y similares acusaciones.
A Murature ya lo procesaron. Lo hizo hace pocos días el juez Marcelo Albero con 200 páginas de fundamentaciones. Allí se explica al detalle cómo Murature habría favorecido a su amigo íntimo, el abogado Manuel Pallasá, en por lo menos seis causas judiciales a cambio de que éste favoreciera a su esposa en otras causas civiles. Procesado por cohecho activo y amenazas calificadas por el uso de coacción, el magistrado no está preso sólo porque lo protegen sus fueros. Si el Consejo de la Magistratura considera que es culpable perderá su puesto en una Justicia que, tal como ayer un alto funcionario del Palacio le dijo a este cronista, “está como está el país”.