El Tribunal Oral Nº 1, de Morón, que condenó a Grassi, está integrado por Luis María Andueza, Mario Gómez y Eduardo Carrera. Los tres condenaron a Grassi a 15 años de prisión, pero desestimaron la mayoría de las denuncias de abuso ventiladas durante el juicio oral: sólo consideraron probadas dos de ellas.

La sentencia generó un brote de indignación porque el sacerdote, pese a la gravedad de los cargos que se le achacan, permanece en libertad y puede seguir viviendo en un finca ubicada frente a la escena del crimen, la Fundación Felices los Niños. Allí puede ingresar de 7.30 a 18 todos los días, menos los domingos, cuando puede quedarse hasta las 20.

Los fiscales y la querella (Casacidn y los abogados de las tres víctimas) apelaron el fallo. También lo hizo la defensa de Grassi. El caso está ahora en la Cámara de Casación Penal de la Provincia, que tenía seis meses para pronunciarse, prorrogables por seis meses más. El primero de esos plazos expiró en enero. La sentencia de la Cámara debería conocerse antes de la feria de invierno.