Además del premio elegido por el público, un jurado internacional otorgó los “garrote” y “mallete” de bronce, plata y oro a las peores y mejores decisiones judiciales que promovieron la equidad de género. El Garrote de Oro se lo llevó un pronunciamiento de un juez de Brasil, de la Jurisdicción Criminal de Sete Lagoas, que declaró que la ley contra la violencia contra las mujeres es “diabólica”. El Garrote de Plata lo ganó una decisión de la Corte de Constitucionalidad de Perú, en la que se prohíbe la venta y distribución de la anticoncepción de emergencia. El Garrote de Bronce fue otorgado a la decisión del Consejo de Estado de Colombia, que suspendió el decreto que regula la provisión de servicios de aborto. El Mallete de Oro lo obtuvo un fallo emblemático del Tribunal Comunitario de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Cedeao) que determinó que el Estado de Níger violó su obligación de proteger a sus ciudadanas y ciudadanos de la esclavitud sexual. El Mallete de Plata fue para la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que reconoció por primera vez que la violencia doméstica es una forma de discriminación por género. El Mallete de Bronce fue para el caso Campo Algodonero, en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos encontró que el estado mexicano es responsable por no prevenir la tortura y asesinato de tres mujeres en Ciudad Juárez, en donde hay un patrón evidente de violencia contra las mujeres.

Los casos que participaron del concurso de Women’s Link Worldwide fueron postulados en la página web de la organización. Y analizados por un jurado conformado por el abogado argentino Juan Méndez, presidente del Centro para la Justicia Transicional y ex miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; la escritora y periodista española Rosa Montero y la abogada Kudakwashe Chitsike, de Zimbabue, directora de Programas de la Unidad de Investigación e Incidencia RAU.