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El senador Alejandro Navarro es una de los voces más críticas de la “reconstrucción nacional” del gobierno de Sebastián Piñera. Representa por el Movimiento Amplio Social (MAS) a la golpeada región de Bío-Bío y hace poco demostró con audios y videos que la intendenta de esa región, Jacqueline Van Rysselber-ghe, licitó obras de reconstrucción que ni siquiera fueron aprobadas por el gobierno central. La misma intendenta impulsó a “los falsos damnificados”, cuando ante 350 vecinos de Aurora de Chile, un barrio humilde de Concepción, dijo: “Hay cerca de 60 por ciento de ustedes que no tienen certificados de inhabitabilidad, que no están terremoteados, pero van a ser beneficiados por el proyecto (de reconstrucción) porque logramos convencer en Santiago de que sí estaban afectados”.

–¿Cuál es su principal crítica a la reconstrucción?

–La falta de institucionalidad. La reconstrucción debió ser asumida por los gobiernos regionales como el de Van Rysselber-ghe, lo que retrasó mucho el asunto. Fueron dejados de lado el aspecto social y la participación ciudadana. También quedamos fuera los parlamentarios y los alcaldes, el gobierno central no les dio importancia a los municipios, que son la base de la organización social de Chile. Han equivocado el camino.

–También se revelan datos dudosos. Piñera acaba de afirmar que el 50 por ciento de la reconstrucción ya fue hecha.

–Esas falsedades son tremendas. Hace poco el intendente subrogante de Bío-Bío, Carlos González, dijo que el 61 por ciento de los subsidios ya habían sido entregados. Una gran mentira. Además están los falsos damnificados. Por suerte, esa gente no recibió nada. Igual este tipo de cosas quebrantan la república.

–Van Rysselberghe pasó de alcalde de Concepción a intendenta de la región como premio de Piñera por reprimir los saqueos y militarizar de la ciudad.

–Y encima ahora está más preocupada por la acusación de corrupción que por la reconstrucción. Y se nota. No hay una sola construcción en Dichato o en Talcahuano y para colmo el gobierno mostró fotos falsas de la reconstrucción en Dichato, fotos tomadas antes del terremoto. Fue algo ofensivo y cruel, aunque haya sido un error como dicen ellos, cosa que dudo. La reconstrucción aún no comienza y hay mucha desinformación.

–¿Qué otros errores ve?

–No se crearon organismos independientes para la reconstrucción como pasó después de los terremotos del ’39 y del ’60. Piñera concentra todo el poder. Los expertos dicen que el proceso tardará diez años y a este gobierno le quedan tres años de mandato; si no ganan, no van a estar ni el 50 por ciento del tiempo que llevaría recuperarse del terremoto. El gobierno miente para beneficiarse con la reconstrucción y al crear una institucionalidad autónoma no nos aseguran la recuperación de rutas, viviendas, industrias.

–¿Qué opina de la privatización de la reconstrucción?

–Bueno, la injerencia empresarial le jugó una mala pasada al gobierno. La derecha estuvo 50 años fuera del Estado, no lo conocen, le tienen desconfianza. Pero los privados sólo quieren el lucro y entonces pasan cosas extrañas... hay licitaciones a las que se presenta una sola empresa. A los privados no les interesa la reconstrucción. Incluso hace poco le adjudicaron la demolición de edificios a la misma empresa que los había construido. Una locura. Cómo se los puede premiar, si son los responsables de que la edificación no soportara el terremoto.

–Por otro lado se habla de una corrupción estructural en el caso de las empresas que deben reparar o construir casas.

–Las empresas de gestión son especies de inmobiliarias sociales, aunque son privadas. Lo que hacen es contratar a constructoras. Ambas se llevan un porcentaje por cada adjudicación, que según las denuncias está entre el 30 y 40 por ciento del total destinado a la reconstrucción. Es gravísimo.

–Usted suele mencionar la unidad política como algo determinante para la reconstrucción pero tanto el MAS como la Concertación van a rememorar el año de terremoto separados del acto del gobierno.

–Es que el gobierno no quiere unidad. Ellos hacen una vigilia en Cobquecura, el epicentro del terremoto, donde no hubo un solo muerto y tampoco hubo tsunami. No-sotros vamos a estar en Talcahuano, en Dichato, con el pueblo y con los alcaldes.

–¿Algunas metas se cumplieron en este año?

–Para empezar las metas nunca estuvieron claras. Todos hubiéramos querido que a un año no tuviéramos más gente viviendo en casas de emergencia. Esa era la principal demanda.