Durante algo más de una hora, una delegación de los manteros agrupados en Vendedores Libres se reunió con el legislador porteño Martín Ocampo (PRO). “Venimos a escuchar lo que el legislador tiene para decirnos”, adelantó uno de los delegados al entrar en el salón Perón de la Legislatura porteña. Sin embargo, al terminar el encuentro, el funcionario explicó a este diario que no se trató de una reunión de mediación sino de una cita que los propios vendedores le habían solicitado la noche anterior, cuando todos habían coincidido en el estudio de un programa de televisión. “Soy diputado, atiendo a todo el mundo. Me vinieron a plantear su problema, los escuché y les dije cuál era mi posición en torno de la ocupación de Florida, que es la misma del ministro Santilli”, explicó Ocampo a este diario.

Los manteros señalaron al legislador que su intención es permanecer con sus puestos en la peatonal. A ese reclamo, recordó el mismo legislador en diálogo con Página/12, él respondió con lo que creía era el corazón del conflicto. “Les dije que entendía que hay una clara deficiencia en los mecanismos que tiene el Estado nacional para la distribución de la riqueza, que no se está produciendo un derrame que termine con la pobreza estructural y la marginalidad”. Por lo demás, “les dije que iba a transmitir sus inquietudes al Poder Ejecutivo” porteño, pero “que lo veía difícil porque hay posición política fijada al respecto, que es no permitir la venta ilegal”. No habló de posibilidades laborales ofrecidas por la Ciudad.

Por su parte, la legisladora Delia Bisutti (NE) señaló que, además de que la normativa por la cual se rige el operativo en Florida es “proveniente de la dictadura”, la gestión del conflicto implementada hasta el momento no acerca soluciones. “La única solución es parar la mano. El Poder Ejecutivo tiene que frenar esto de decir ‘el espacio público no se negocia’, porque el espacio público es negociable para todos. El Estado lo que tiene que hacer es regular eso. Y no se trata solamente de la calle Florida, esto es algo que está pasando en toda la ciudad, en Once, en la calle Avellaneda, en Liniers... la solución debe ser otra.”