A fines de noviembre del año pasado, el defensor general adjunto de la Ciudad, Roberto Gallardo, había presentado una “propuesta superadora” contra la venta callejera ilegal. Allí, el funcionario proponía que la administración estatal, centrándose en las calles Perú-Florida y la avenida Pueyrredón, distinguiera grupos: por una parte, los artesanos, cuyos productos no entablan competencia con los ofrecidos en comercios; por otra, los manteros, explotados por organizaciones ilegales. Para realizar su propuesta, la Defensoría había realizado un censo según el cual en Florida-Perú se encontraban vendiendo 260 artesanos y 360 manteros. En el caso del primer grupo, Gallardo sugería habilitar “islas” a lo largo de la arteria. Para los segundos, disponía la organización en cooperativas y la posibilidad de trabajar en la plaza Roberto Arlt y la de Suipacha 120. En tanto, los vendedores de la avenida Pueyrredón se trasladarían a plaza Miserere. El ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli, había prometido responder a principios de diciembre. No sucedió.