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Urbano Cardozo, un poblador de Andalgalá que desde hace años viene participando de las movilizaciones en contra de la megaminería, pintó ayer un panorama de tensión en esa ciudad. “Hay camionetas de la policía que están realizando allanamientos en las casas de los que estamos en contra de las mineras”, denuncio Cardozo, quien agregó que “si bien no hay detenciones hasta ahora, es ridículo que vayan a esas casas a buscar bombas molotov, drogas o armas, como están diciendo para justificar, cuando saben que nada de eso van a encontrar porque somos pacíficos”. Según Cardozo, los operativos comenzaron “a partir de las denuncias interesadas que están haciendo los que están a favor de las mineras y que están cortando las rutas sin que la policía les diga nada”.

“No van a encontrar nada de lo que dicen que andan buscando”, pronosticó Urbano Cardozo en diálogo con Página/12. Sobre las afirmaciones de la gobernadora Lucía Corpacci en el sentido de que la megaminería en Catamarca “no es contaminante”, Cardozo le respondió: “Yo apenas tengo sexto grado y nunca me había metido en estas cosas. Lo hice porque me di cuenta, cuando era chofer de una de las empresas, que se estaba tramando algo malo. Yo le diría a la gobernadora que lea, como yo leí, los informes de impacto ambiental que hicieron las propias empresas mineras”.

Los actos en contra de la minería comenzarán hoy, a las 9, en la plaza 9 de Julio. Se hará como apertura una “marcha de silencio” de la que sólo participarán las mujeres. “Son un grupo de mujeres que han sido judicializadas y que para marchar se ponen una cinta adhesiva en la boca, porque no pueden hablar, y llevan las manos atadas atrás, en forma simbólica”, contó Urbano Cardozo. El poblador de Andalgalá dijo que “de la forma en que está actuando la policía, es como si le pagaran las empresas mineras. Quieren meternos miedo, pero nosotros vamos a hacer la marcha sin problemas, porque somos gente pacífica que defiende su tierra y no le vamos a dar la licencia social para que hagan lo que ellos quieran”.

Desde Córdoba, el Centro de Bioética de la Universidad Católica de la provincia se manifestó ayer en apoyo a la protesta antiminera. En un comunicado, sostuvo que “no puede ser lícita una actividad que no tiene en cuenta el costo ambiental y social que involucra”. Los profesionales del centro manifestaron su “preocupación por el avance de los proyectos mineros” en provincias como La Rioja y Catamarca por los “efectos contaminantes” que tiene la minería a cielo abierto.

“Algunos emprendimientos megamineros que llevan más de 10 años de actividad en nuestro país han mostrado devastadoras consecuencias y míseros beneficios para las regiones involucradas”, dijo la entidad. Por esas razones expresaron su apoyo a “la resistencia que se ha generado” y pidieron que se respete “la voluntad de los pueblos, que no puede ser desoída, subestimada ni avasallada”.