El proyecto de ley integral de drogas presentado por el senador Aníbal Fernández, el 29 de marzo pasado, elimina la penas referidas a la tenencia de drogas y el cultivo cuando sean para uso personal, establece una escala de penas que distingue entre mulas, minoristas y mayoristas. Además, castiga más duramente a quien venda sustancias ilegales que estén rebajadas y causen más daño a la salud. En la Cámara de Diputados, el radical Ricardo Gil Lavedra volvió a presentar un proyecto de reforma a la actual ley 23.737 y aún sigue vigente el proyecto de la diputada Victoria Donda. “La reforma no es condición suficiente para cambiar esta situación, pero es un primer paso necesario”, dijo Gil Lavedra al presentar su proyecto para despenalizar la tenencia, siembra y cultivo para uso personal. A diferencia de las iniciativas de Gil Lavedra y Fernández, la propuesta de Donda permite la comercialización de semillas de ca-nnabis y elimina la figura de tenencia simple, que en el texto del senador oficialista permanece aunque con una baja de la pena que la hace excarcelable para quien no tenga antecedentes. “Seguirá penado el uso con ostentación y trascendencia al público y la apología. Agravamos la pena de la apología cuando se utilicen medios masivos de comunicación”, indicó Fernández al presentar su proyecto, donde se permite dar información que apunte a “reducir el daño resultante del uso de estupefacientes”.