Entre los casos denunciados ante el Foro Multisectorial por la Justicia está el de Irma Sánchez, de 59 años, viuda, que trabaja como empleada doméstica. Por orden de la jueza de Menores le fue sacado su hijo de 15 años, mientras estaba internado en el hospital pediátrico de Corrientes. Ella sabe donde está, pero no le permiten verlo.

Otro caso es el de Silvia y Alfredo, de 29 y 25 años. Ella es ama de casa. El, changarín. Un familiar los acusó de alcohólicos y les sacaron sus tres hijos, de siete, cinco y tres años. No saben adónde los llevaron.

En los otros dos casos, la intervención judicial aún no derivó en el retiro de los chicos de su hogar. Noelia Benítez, de 18 años, y Juan Rolón, de 19, peón ladrillero, recibieron dos cédulas judiciales para entrevistas con la psicóloga y la “visitadora social”, más la recomendación de que “cuiden a los chicos, para que no les pase lo de Yésica”. El otro caso es el de Graciela Delgado y José Luis Rolón. Ella es cartonera y él, pescador. Tienen diez hijos, de entre 2 y 22 años. Todos los meses deben presentarse en el juzgado con certificados médicos y de escolaridad, aparte de recibir cada tanto a la visitadora social.