SOCIEDAD
Ahora ya no hay peligro
Como a Carrascosa, al padre Julio Grassi también le otorgaron la libertad, pese a un delito con condena muy grave (alrededor de 20 años). Pero en aquel caso, la jueza Mónica López Osornio la dispuso en el momento de dictarle procesamiento, dejando de lado la preventiva. Será discutible, pero no incoherente. El 15 de mayo, en su resolución, el juez Diego Barroetaveña dispuso la preventiva de Carlos Carrascosa. Más allá de que las pruebas sean o no de peso, el juez las consideró válidas. El punto quinto de la resolución es contradictorio con la libertad dispuesta ayer: “... el encarcelamiento preventivo –sostiene el fallo– es la medida cautelar que asegura la comparencia del encausado al proceso, a los fines del normal desarrollo del procedimiento (...) si se verifica peligro procesal, atento la magnitud de la pena en expectativa, habida cuenta de la escala penal –prisión o reclusión perpetua– prevista para el delito cuya comisión se le atribuye...”. Ayer, tanta duda quedó disuelta.