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El Fernández es el único hospital del gobierno porteño que cuenta con salas de parto de última generación similares a las que hay en las maternidades privadas más distinguidas de la ciudad, que permiten que las parturientas puedan llevar adelante el trabajo de parto y el parto mismo en absoluta privacidad, acompañadas por su pareja o quien ellas designen. Las habitaciones, conocidas como salas TPR, tienen baño privado y una sola cama que se convierte en cama de parto. “De esta forma, la mujer hace el trabajo de parto ahí y también ahí ocurre el nacimiento, sin necesidad de trasladarla. Y permanece en la misma sala las primeras horas después del parto”, explicó a Página/12 Liliana Voto, directora del Fernández y jefa del Departamento Materno Infantil. Son cuatro salas TPR, incorporadas en 2000 en una reforma de la maternidad, a propuesta de Voto.